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AFGANISTÁN

Karzai critica los métodos antiterroristas de las tropas internacionales

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional25-06-2006

La violencia en Afganistán sigue en ascendencia. Los mandos del Ejército de EE.UU. ya preveían un incremento de los ataques de los talibán a raíz de la operación Libertad Duradera en el sur del país asiático, pero para el presidente afgano, Hamid Karzai, no es aceptable. Esta semana el jefe de Gobierno denunció que entre 500 y 600 afganos han muerto en apenas dos semanas debido a la política antiterrorista de las tropas internacionales.

Cerca de 10.000 soldados de EE.UU. Canadá, Reino Unido y Afganistán participan en la operación Libertad Duradera contra el narcotráfico y el terrorismo al sur del país. Ya se preveía que este enorme despliegue revirtiera en una respuesta violenta de los talibanes en otras zonas del país, pero lo cierto es que su reacción ha sobrepasado las cotas previstas. Las refriegas empiezan a multiplicarse en un Estado que vive una guerra olvidada y casi encubierta a ojos de la Comunidad Internacional. Atentados suicidas, ataques de la resistencia perfectamente coordinados en puntos claves de las ciudades, revueltas contra las fuerzas de ocupación, van sucediéndose poco a poco a lo largo del país asiático sin que nada pueda frenar esta deriva violenta. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, vive en perenne frustración debido a esta situación de los últimos meses. Hasta contingentes militares que desarrollan labores humanitarias en zonas del país relativamente calmadas, como el español, han tenido que aumentar sus efectivos para asegurar la seguridad de sus compatriotas. "Necesitamos un compromiso estratégico para desarmar al terrorismo deteniendo a sus fuentes de financiación, entrenamiento, equipos y motivación", sugirió Karzai, consciente de que la estrategia de perseguir talibanes a lo largo y ancho del país no soluciona las causas de fondo del terrorismo. Pero lo más duro para el presidente afgano es lo "inaceptable" de que "en todos esos combates estén muriendo afganos. En las tres últimas semanas murieron entre 500 y 600 ciudadanos. "Aunque sean talibán, son hijos de esta tierra". Karzai remarcó que el aumento de la violencia era "previsible". Además, el presidente de Afganistán, señaló que aunque ha recibido mucha ayuda en otras áreas, como en las tareas de reconstrucción, no ha sido así cuando ha pedido apoyo para reforzar la Policía o el Ejército, con el fin de que puedan desarrollar con efectividad la lucha contra el narcotráfico, el principal fondo de financiación talibán en el país asiático. Mientras Karzai lanzaba este mensaje a la Comunidad Internacional, los combates seguían sucediéndose en Afganistán. Los soldados de la Coalición Internacional caen a un ritmo de cuentagotas en comparación con las decenas de muertos talibán de los que se informa en cada nueva refriega. En este escenario, Al Qaeda volvió a hacer aparición. El número dos de la organización, Ayman Al Zawahri dirigía un mensaje a sus “hermanos musulmanes de Kabul, que en el pasado vivieron acontecimientos amargos y hoy ven con sus propios ojos una nueva prueba de los delitos de las fuerzas americanas contra la gente de Afganistán. Por ello, la organización terrorista internacional llamó, en un comunicado en vídeo, a "los musulmanes de Kabul en particular y de Afganistán en general a levantarse contra las fuerzas infieles que invaden tierras musulmanas en nombre de Alá".