REESTRUCTURACIÓN DE RTVE
RTVE pretende que los mayores de 52 años se jubilen forzosamente
Por Alicia Aragón
2 min
Comunicación12-06-2006
RTVE lanza una oferta para sus empleados: la prejubilación de los trabajadores mayores de 52 años. Los sindicatos rechazan la medida y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) acepta negociar el carácter forzoso de las jubilaciones.
La Administración ofrece a los trabajadores de RTVE mayores de 52 años, a partir del próximo 31 de diciembre, una protección económica del 72 por ciento sobre el salario bruto hasta el momento de su jubilación forzosa, que estaba fijada en los 65 años.Los beneficiados deberán contar también con una antigüedad mínima de diez años en la compañía. Además, asegura una revisión anual de los complementos del 2 por ciento para compensar el impacto de la inflación. La oferta del Ejecutivo se traduce en que cada empleado que salga por la puerta recibirá entre el 80 y el 87 por ciento de su salario bruto hasta el acceso a la edad legal de jubilación. La propuesta de jubilación forzosa para 4.150 trabajadores presentada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) a los sindicatos de RTVE pertenece al plan obligado de reestructuración y saneamiento del Ente Público. Sin embargo, la oferta contrasta con la oposición de una parte de la representación sindical que la considera inviable para el correcto funcionamiento de Radio Televisión Española con una plantilla final inferior a los 7.000 trabajadores. No obstante, las organizaciones sindicales han constatado la voluntad de Sepi de negociar algunos aspectos, sin que por el momento se hayan hecho propuestas concretas en estas materias. "Por lo menos hemos constatado que hay posibilidades de hacer algún movimiento de carácter general sobre esta materia, pero estamos pendiente del calado de la nueva propuesta", señaló Marcel Camacho, secretario general de CC.OO en RTVE. De momento, lo cierto es que ni el Gobierno ni la Sepi han determinado todavía las líneas de este modelo. Por otro lado, al desconocerse la deuda del servicio público asumido financieramente por el Gobierno y al no explicarse las limitaciones a la emisión de publicidad por parte de RTVE, tampoco desaparece el posible obstáculo que podría ocasionar en el mercado televisivo una agresiva estrategia en la captación de ingresos publicitarios.