ESTATUTO ANDALUZ
La reforma andaluza libra a la catalana su primer trámite en el Congreso
Por Teresa García2 min
España23-05-2006
Andalucía ha dado un paso más en el camino estatuario abierto en su día por valencianos y catalanes. La falta de consenso entre el Partido Popular y resto de los grupos hace que se asemeje más al proyecto catalán, no obstante, en este proceso existen distintos elementos que lo diferencian del resto.
La negativa del PSOE a hacer efectiva la reivindicación de la “deuda histórica”, y también la negativa del PSOE y del PP por hacer del Estatuto un marco jurídico-político que permita más competencias para Andalucía y un modelo social y político más avanzado son los rasgos más diferenciadores de este proceso. “Hoy se inicia un proceso histórico para Andalucía”. Así comenzó la declaración institucional que los cuatro grupos parlamentarios consiguieron consensuar el pasado 24 de septiembre en el seno de la Ponencia de Reforma del Estatuto creada en el Parlamento de Andalucía. El Pleno del Congreso de los Diputados aceptó la tramitación del nuevo Estatuto de Andalucía con el respaldo de todos los grupos excepto el PP, incidencia que el PSOE aprovechó para declarar que “Andalucía ha tenido que avanzar siempre sin la derecha”. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el primero en intervenir en la Cámara Baja para exponer la postura del Ejecutivo en la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Andalucía. Zapatero aseguró que su grupo se esforzará por defender los intereses nacionales, argumento que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, calificó de “apaño sectario”. Por su parte, desde el PSOE de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y la secretaria de Organización del partido, Susana López, defienden las fructíferas relaciones que en los últimos años conectan al Gobierno central con las administraciones locales de la provincia, porque consideran que la reforma estatutaria andaluza concederá mayor peso a los gobiernos locales y que la capital de Andalucía supondrá un modelo y un referente. Finalmente uno de los puntos más polémicos del texto, es decir, el preámbulo propuesto por el PSOE e IU habla de una Andalucía "parte esencial de España" en la que "andaluces y andaluzas nos reconocemos" .A la hora de tratar la nacionalidad andaluza la reforma lo hace de la siguiente manera: "Así, la Constitución española, en su artículo 2º, reconoce la realidad nacional de Andalucía como una nacionalidad". Así queda claro que la referencia va ligada a la condición de "nacionalidad" y no a la de "nación", aunque el adjetivo "nacional" sea lingüísticamente compartido por ambas.