BOLIVIA

El BBVA regala a Morales sus acciones en Repsol YPF

Por Javier de la Fuente2 min

Economía20-05-2006

Antes de todo, hay que aclarar qué es lo que el Ejecutivo de Bolivia ha exigido al BBVA. El banco gestiona el patrimonio de miles de bolivianos a través de un fondo de pensiones. Éste se sostiene gracias a unas acciones que la entidad financiera posee en Repsol YPF. Ahora se las tiene que regalar al Gobierno boliviano.

Y así lo ha hecho, sin contraprestación alguna. En el último día de los tres que le dio el Ejecutivo para transferirlas. También la aseguradora suiza Zurich ha hecho entrega de sus participaciones en Repsol YPF, tal y como había solicitado Bolivia. El banco español ha asegurado que interpondrá un recurso de inconstitucionalidad por el decreto de Morales. Éste podría vulnerar la ley por la que se rigen estos fondos de pensiones. El consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, ha afirmado que los países hispanoamericanos deben trabajar por la seguridad jurídica en sus mercados. Las palabras de Goirigolzarri ponen de manifiesto el hecho de que todas estas medidas populistas que se están llevando a cabo en varios países sudamericanos no hacen más que espantar la inversión extranjera y crear un marco de inseguridad para las compañías que allí operan. Al final, no consiguen otra cosa más que ahondar en la pobreza de los estados. Respecto a la situación de la principal compañía española afectada por el giro de 180 grados que ha dado la coyuntura económica en Hispanoamérica, Repsol YPF, el Gobierno boliviano ha anunciado que esta semana revisará sus contratos. Así lo ha dicho el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado. Estos nuevos documentos se basarán en el principio de que las empresas españolas que allí operan colaboran con su “prestación de servicios”. A este nuevo marco se incorporan tres modalidades que la Ley de Hidrocarburos establece: producción compartida, operación y asociación. Esto es con lo que tendrán que conformarse las petroleras extranjeras que cuentan con negocios en Bolivia, si es que quieren seguir conservándolos.