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ALTO EL FUEGO

ETA exige contraprestaciones políticas a cambio de la paz

Por Enrique García GarcíaTiempo de lectura3 min
España14-05-2006

"Que nadie piense que la izquierda abertzale va a aceptar mansamente el actual marco sin ningún cambio político”. En estos términos se manifestó la banda terrorista en una entrevista concedida al director del Diario Gara.

La banda rompe así su silencio por primera vez desde su comunicado de alto el fuego para dejar claro que en el capitulo de condiciones se mantienen firmes en sus exigencias históricas. Entre otros puntos, ETA advierte en la entrevista que la autodeterminación y la territorialidad son “las claves” del proceso de paz. A esto añaden la liberalización de los presos como una condición imprescindible. Los terroristas también han utilizado las páginas del diario vasco para desmarcarse de los últimos ataques protagonizados por la kale borroka y lanzan la pelota al tejado de los gobiernos español y francés: “ETA ya ha realizado su principal aportación” y emplaza “a los otros agentes” a que hagan lo mismo. Este último movimiento del a banda ha desencadenado un nuevo carrusel de declaraciones y valoraciones. Desde el Partido Socialista, su portavoz parlamentario, Diego López Garrido ha asegurado que con los terroristas "no se habla ni se hablará de política, se hablará de su fin". Por su parte, el número dos del partido, José Blanco, ha afirmado que los que hay que tener en cuanta de ETA "no es lo que dice, sino lo que hace". Mientras los populares, por medio de su portavoz en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, ha insistido en que el Ejecutivo debe responder a estas reivindicaciones “desarticulando la banda". Además Barreda ha manifestado que ETA ya "no tiene intención de disolverse", sino de "imponerse a la sociedad democrática". Otegi se desdice En la misma semana en la que ETA hacía estas declaraciones, el portavoz de su brazo político, Arnaldo Otegi, salió al paso de las reacciones suscitadas por su reciente entrevista en el periódico catalán Avui. El dirigente batasuno aseguró que su formación “no está haciendo ninguna carrera para ganar la etiqueta de demócrata” y desmintió que ninguna postura haya cambiado en el partido con respecto al pasado. “Hemos dado a entender que el sufrimiento ajeno nos da igual. Ha sido un evidente error”. Estas declaraciones a la publicación catalana dieron a entender a varios sectores políticos y de opinión que existía un principio de arrepentimiento en el entorno abertzale. Sin embargo Otegi salió a la palestra apenas 24 horas después para desmentir que haya nada en Batasuna distinto a épocas anteriores. De hecho, el portavoz de la ilegalizada Batasuna denunció que la interpretación de sus palabras había sido “un intento de desviar el foro de debate de Euskal Herría” auspiciado por el Gobierno central, el PSOE y políticos vascos. Intento, según él, que también tendría como objetivo centrar el foco del proceso sobre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y sus posturas. Desde el ejecutivo el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba “tomó nota” de todo ello. También, la vicepresidenta, Maria Teresa Fernández de la Vega, presentó el tercer informe de verificación del alto el fuego. Dicho informe constata el acatamiento por considerar que los atentados de Barañaín (Navarra) y de Getxo no obedecieron a una decisión de ETA o Batasuna y que las cartas de extorsión fueron enviadas antes del alto el fuego. El presidente del Gobierno tiene intención de informar al jefe de la Oposición, Mariano Rajoy. Además, hay novedades en el Macrojuicio contra ETA y su entorno. La vinculación de ETA con KAS-EKIN y otras organizaciones abertzales fue destapada recientemente por las declaraciones ante el juez del etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa. El fiscal Enrique Molina se apoya ahora en la declaración de policías ante los que ciertos acusados reconocieron esta vinculación en el momento de su detención, años atrás.