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SANIDAD

La eutanasia continuará siendo un vacío legal

Por Alejandra Linares-RivasTiempo de lectura2 min
Sociedad08-05-2006

Jorge León Escudero, el pentaplégico de Valladolid nunca escondió su deseo de morir. En varias ocasiones trató de suicidarse pero necesitaba ayuda y no logró conseguirlo. La pasada semana lo logró. Desde entonces, más personas paralíticas han defendido públicamente el que consideran que es su derecho: elegir entre vivir o morir.

A pesar de todo, el Gobierno ya ha manifestado que no incluirá ninguna cláusula al respecto en el Código Penal, que está a punto de ser reformado. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, explicó esta cuestión en el Congreso de los Diputados. Desde el Ejecutivo se considera que es suficiente con el acuerdo alcanzado en 1995, en que despenalizó la ayuda no necesaria, es decir prolongar la vida terapéuticamente hasta “más allá de lo humanamente soportable”. Por su parte, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, exponía la situación algunas horas antes. Si se ha decidido no regular la eutanasia es, básicamente, porque no hay un criterio único en la sociedad española”. López Aguilar añadía que la cuestión es “delicada y compleja, que suscita reflexiones desde el punto de vista ético, médico, sanitario, de las prestaciones sociales y también, por qué no, penal”. En su argumentación, Salgado había dicho también que “es un debate que no debe llevarse a cabo en este momento”. Y, a pesar de ello, según López Aguilar, sí pretende crearse una comisión en el Congreso de los Diputados para discutir “el derecho a la eutanasia y a una muerte digna, los aspectos relativos a su despenalización, el derecho a recibir cuidados paliativos y el desarrollo de tratamientos de dolor”. Pero esto será más adelante. Por ahora, desde Sanidad se quiere poner en marcha una estrategia para hacerse cargo de las enfermedades terminales y la calidad de vida durante ese período. Sin embargo el debate no queda únicamente en la esfera política. Las personas que quieren morir por las malas circunstancias en que viven empiezan a salir a la luz. Se va perdiendo el miedo a expresar ese deseo. Un tetrapléjico de Ávila reclamó a través de una carta su “derecho a morir” para finalizar su “asquerosa vida”. Afirmó sentir “admiración” y “envidia” por Jorge León por haber conseguido su propósito: que le desconectaran del respirador que le mantenía con vida. Luis Miguel Rabanal, el autor de la carta, espera encontrar la ayuda “impagable e inestimable” de alguien para acabar con su vida. Pero, de momento, la ley no se pronunciará al respecto.