BALANCE DE GOBIERNO

Zapatero promete más leyes "de izquierda" para el resto del mandato

Por Pablo A. Iglesias2 min

España23-04-2006

Regreso de las tropas de Iraq, Ley Integral contra la Violencia de Género, matrimonios homosexuales, incremento del Salario Mínimo Profesional, Ley de Dependencia, aumento de las pensiones mínimas, reforma de los estatutos de autonomía y retirada de las estatutas de Franco. Estos son los logros que ha exhibido José Luis Rodríguez Zapatero en su segundo aniversario como presidente del Gobierno.

Dos años después de llegar a La Moncloa, Zapatero ha hecho balance de su gestión ante más de 20.000 dirigentes y simpatizantes socialistas congregados en la Plaza de Toros de Vistalegre de Madrid. El jefe del Ejecutivo se ha comprometido a aprobar más leyes de izquierda al entender que el Partido Popular "no las derogará" cuando recupere el poder. "Cuando gobierna la izquierda hay que ir rápido. Lo que hagamos ahora quedará y nadie lo va a cambiar", dijo. "No derogaron las pensiones no contributivas, ni la ley del divorcio, ni el Estado de las autonomías, no derogarán los matrimonios homosexuales. No devolverán la estatua de Franco a su pedestal". Ovacionado constantemente por sus guiños y alabanzas a las políticas más progresistas y de izquierdas, negó que haya ido demasiado deprisa a la hora de aprobar reformas tan comprometidas como el matrimonio homosexual o la Ley Orgánica de Educación. Zapatero vaticinó que "la derecha" tratará de apropiarse en el futuro de estos avances que está poniendo en marcha su gobierno hasta el punto, ironizó, de declararse heredera "del mismo Azaña" (quien fuera presidente de la II República española). Pese a la erosión política que le han costado las modificaciones de los estatutos de autonomía, Zapatero argumentó que son necesarias para "engrandecer" España y darle al país una organización territorial "más plural, más auténtica, que responda más a la realidad de los pueblos, identidades y lenguas". Por ello, emplazó a la oposición a sumarse a lo que considera una "política constructiva" en lugar de comportarse como "profetas del desastre". No faltó en su intervención una pequeña referencia al alto el fuego de ETA y al denominado "proceso de paz" que quiere abrir el Gobierno con los terroristas. Zapatero no dijo una palabra del ataque a una ferretería de un concejal de UPN en Navarra, aunque condenó cualquier clase de violencia, "tenga el alcance y la manifestación que tenga". El presidente se mostró convencido de que la paz llegará gracias al "mérito de todos" si bien advirtió de que, para alcanzar esa meta, habrá que trabajar con "prudencia" y "firmeza", pero también con "valentía" y "generosidad".