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ETA

Otegi exhibe su posición de fuerza y exige nuevas condiciones a Ibarretxe

Fotografía
Por Aleandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España20-04-2006

Otegi continúa preparando el terreno político para la más que posible vuelta de Batasuna a las instituciones. El líder radical aprovechó el papel protagonista que desempeña en la política vasca a raíz del alto el fuego para emitir su última petición: Detener las acciones policiales hacia la izquierda abertzale. Para ello, no dudó en lanzar la pelota al tejado del que, a buen seguro, será su principal rival político en el futuro, Juan José Ibarretxe.

Arnaldo Otegi acudió a la Lehendakaritza acompañado de dos de sus principales colaboradores, Pernando Barrena y Joseba Petrikorena. Con ellos, el presidente vasco cerró su primera ronda de contactos con todos los partidos de Euskadi -excepto el PP de María San Gil que desestimó la invitación- para compartir impresiones tras el cese de violencia anunciado por ETA. Durante las tres horas que duró la reunión, Batasuna hizo valer la posición de fuerza de la que goza tras la nueva situación y no escatimó a la hora de dejar claras cuales son las condiciones para que la banda terrorista abandone definitivamente las armas. La más novedosa pasa por un cese inmediato de las acciones policiales así como las investigaciones de la Ertzaintza dirigidas al entorno abertzale. “Estas actitudes se corresponden con comportamientos del pasado, no generan más que confrontación y crispación y deben cesar con urgencia, porque se avienen mal con la oportunidad de buscar soluciones políticas para este país“ dijo Otegi. Pero el portavoz Batasuno fue más allá y responsabilizó al lehendakari Ibarretxe de estas “agresiones” ya que, según dijo, están bajo “su jurisdicción“. Desde que en la Moncloa se empezó a estudiar la posibilidad de legalizar al brazo político de ETA una vez el alto el fuego quedase verificado, peneuvistas y batasunos han comenzado una pugna política más o menos directa. Son conscientes de que en un futuro no muy lejano podrían verse disputando un mismo marco del electorado. Esta lucha quedó patente un vez más en torno a la discusión por la creación de una mesa de partidos. La idea es establecer un diálogo multipartito ajeno al Parlamento de Vitoria en el que todas la fuerzas políticas busquen una solución al conflicto. Tanto Ibarretxe como Otegi están de acuerdo en convocar dicha mesa cuanto antes, sin embargo, el enfrentamiento viene a la hora de atribuirse los méritos de esta iniciativa. Por ello, Otegi volvió a insistir sobre esta medida en su reunión con el lehendakari. No obstante, Ibarretxe se ha puesto manos a la obra para evitar que Batasuna acapare todo el protagonismo en el proceso de paz. El líder vasco, un día después de su encuentro con Otegi, también se refirió a la mesa de partidos pero además hizo pública su intención de retomar su propuesta de Estatuto para después celebrar un referéndum en el que la sociedad del País Vasco pueda decidir su futuro. Según Ibarretxe, sin terrorismo no hay ninguna razón para impedirlo. Por su parte, Otegi también aprovechó su vista a la Lehendakaritza para trasladar a los despachos del Gobierno vasco lo que su formación lleva cerca de un mes exigiendo en manifestaciones callejeras, mitins y ruedas de prensa. Unas reivindicaciones que por otra parte poco difieren de los postulados históricos de Batasuna y por extensión de la banda terrorista ETA. Según explicó Otegi, “nosotros queremos construir un Estado independiente en Euskal Herria, queremos reunificar nuestro país y queremos hacerlo desde posiciones socialistas. Lo que queremos saber es si esto es posible o no. Y en esto no hemos avanzado mucho“.