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ITALIA

El centroizquierda gobernará Italia con una mayoría ajustada

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional16-04-2006

Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea y líder de la coalición de centroizquierda italiana La Unión será el nuevo primer ministro de Italia durante los próximos cinco años. Así lo decidieron sus compatriotas en las urnas la semana pasada, en unas jornadas electorales que se prolongaron más de 48 horas y que mantuvieron en vilo al mundo hasta el último momento. Il Professore se enfrenta ahora a un mandato difícil con mayorías ajustadas y a un país dividido y estancado económicamente.

Nada parecía indicar el domingo 9, el primer día que se abrieron las urnas en Italia, que la jornada electoral iba a llevar al borde del infarto a partidos, medios de comunicación y electores. Los sondeos daban una clara ventaja a la coalición de Prodi sobre La Casa de las Libertades, liderada por el primer ministro saliente, Silvio Berlusconi. Sin embargo, desde los sondeos a pie de urna hasta las proyecciones de voto resultaron un auténtico fiasco. Empezando por el recuento de votos tardío y a ritmo de cuentagotas, el baile de datos y proyecciones de resultados finales empezó cerca de la medianoche, cuando todavía ni la mitad de las papeletas estaban comprobadas. Italia se acostó con un resultado desconcertante: Prodi ganó la Cámara de los Diputados y Berlusconi el Senado. La conclusión era evidente a primera hora de la mañana del día siguiente: el país era ingobernable, ya que cualquier ley debe ser ratificada por ambas cámaras. Sin embargo, un nuevo vuelco se produjo horas después. El voto de los italianos en el extranjero inclinaba la balanza en el Senado a favor de Prodi, otorgándole cinco senadores más. Así, aunque con una mayoría ajustada, La Unión de Il Professore se impuso a La Casa de las Libertades de Il Cavaliere con 341 escaños frente a 277 y 159 senadores frente a 156. "Por un suspiro", así definió el propio Prodi la victoria en las urnas, satisfecho de haberse proclamado vencedor en los comicios pese a un sistema electoral que beneficiaba claramente a su oponente. Rechazando de forma tajante formar una gran coalición con la agrupación de Berlusconi y seguro de poder sacar adelante a Italia "aunque será difícil", según admitió, Prodi anunció una de sus primeras decisiones al frente del Gobierno al más puro estilo del socialismo español. Cumpliendo con lo prometido en su programa electoral, el nuevo Ejecutivo italiano retirará los 3.000 soldados que actualmente siguen destacados en Iraq. Il Professore se desmarcó desde el primer momento de las acusaciones de fraude y peticiones de recuento de votos de Berlusconi y anunció que gobernará "para todos los italianos". Aunque prometió un Gobierno "fuerte política y técnicamente", Prodi deberá ejercer de catalizador de su coalición al mismo tiempo que saca adelante una Italia dividida y arruinada económicamente. A lo anterior hay que añadir la "dura oposición" que anunció Berlusconi desde su compacto bloque conservador y que promete ponérselo difícil a su rival. Con todo, Prodi debe hacer frente a un país actualmente dividido en norte y sur, pero también ideológicamente, entre jóvenes y ancianos. Las dudas planean ahora sobre Il Professore. Toda Italia recuerda que hace diez años ya ganó unas elecciones a Berlusconi, pero por aquel entonces su Gobierno apenas duró dos años al retirarle los comunistas su apoyo. Una baza que Il Cavaliere no ha dudado en esgrimir en más de una ocasión y que, no obstante, no ha echado para atrás a los electores italianos.