RESTAURACIÓN
160.000 horas de trabajo para completar Asís
Por Roberto González García2 min
Cultura09-04-2006
Un gigantesco puzzle de 180 metros cuadrados. El terremoto del 97 destrozó las bóvedas de la Basílica de Asís, con sus riquísimos frescos, que quedaron reducimos a miles de piezas y polvo finísimo.
Tras ocho años de difícil y sofisticado trabajo, con motivo de la VIII Semana de la Cultura y con la presencia del ministro de Cultura italiano, Rocco Buttiglione, se inauguró la restauración de las pinturas murales de la basílica superior, la más afectada por el terremoto. Según el Ministro de Cultura, el resultado "está muy próximo al milagro", ya que se ha trabajado muy duro para colocar cada pieza en su lugar original. Los frescos datan del siglo XIII, y son obra de Cimabue, maestro de Giotto. Poco después de la tragedia, donde fallecieron dos frailes y dos técnicos de restauración de un terremoto anterior, comenzaron las tareas de restauración. En una primera fase, los restauradores trabajaron con los equipos de bomberos para recuperar de entre los escombros cerca de 300.000 fragmentos de los frescos destruidos. Casi cinco años se tardaron en clasificar todas esas piezas, que en 2002 volvieron a su lugar original. Entre ellas, había obras del joven Giotto, de las cuales se han rescatado un 70 por ciento del original. La última fase de la restauración fue la más compleja. Se trataba de la reconstrucción del fresco de san Mateo realizado por Cimabue en el ábside, que quedó destruido en su totalidad, así como la de la llamada "cúpula estrellada" de la basílica. La clasificación, catalogación y restauración de las piezas se prolongó durante años en laboratorios de Asís y del Instituto Central de la Restauración (ICR) de Roma, que con un avanzado programa informático basado en fotografías del original lograron recomponer un 20 por ciento de la obra de Cimabue. Es poco lo que se ha recuperado, pero se ha optado por devolverlo a su lugar original para que no permanezcan en el olvido en algún almacén. La restauración global de la llamada basílica superior de Asís, la más dañada por aquel terremoto del 97, ha ascendido a cerca de dos millones de euros.