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LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La periodista Jill Carroll ha sido liberada tras 82 días de secuestro

Por Silvia Álvarez-BuyllaTiempo de lectura2 min
Comunicación03-04-2006

Iba a entrevistar a un líder suni cuando fue secuestrada en Iraq. Desde ese instante, la vida de Jill Carroll pendió de un hilo durante los casi tres meses de su cautiverio. Ahora, Carroll regresa a Estados Unidos para recuperarse junto a su familia de los días de horror que ha vivido.

Recluida en una misma habitación “con mobiliario básico”, con las ventanas siempre cerradas y cristales translucidos. Los únicos movimientos de Jill Carroll eran de su cuarto al baño y del baño al cuarto y sólo una vez supo algo de lo que pasaba en el exterior. “Me permitieron leer periódicos en una ocasión, así como ver la televisión, aunque no fue suficiente para seguir lo que estaba pasando en el mundo”. De esta manera ha vivido durante 82 días la periodista de 28 años que trabaja para el diario Christian Science Monitor, de Boston. Tras su puesta en libertad en una calle al oeste de Bagdad, Carroll ha asegurado en una entrevista realizada por Bagdad Televition que ha sido bien tratada por sus captores y que, a pesar de las amenazas de muerte, nunca le pegaron ni le hicieron daño. La periodista, de 28 años, fue secuestrada cuando se disponía a entrevistar al conocido líder suní Adnán al Duleimi. Su traductor, el periodista iraquí, Allan Enwiyah, fue asesinado por los captores en el acto. Desde entonces, los secuestradores, identificados como miembros de las Brigadas de la Venganza, habían exigido la excarcelación de ocho mujeres presas en Iraq como condición para liberarla. Tras ampliar en varias ocasiones los plazos y emitir diferentes vídeos en los que la periodista aparecía llorando, nada se supo de ella desde el 9 de febrero. Sólo había silencio. Cuando se hizo pública la noticia de su liberación, sus familiares y amigos mostraron su euforia. "Estamos emocionados y aliviados por el regreso a salvo de mi hija Jill", dijo su padre. "Agradecemos a los miles de personas que rezaron y, en particular, a The Christian Science Monitor, que hizo tanto por mantener viva su imagen en Iraq". El embajador de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, ha asegurado que ninguno de los captores de Jill Carroll ha sido detenido y que la Embajada no pagó ningún rescate por la liberación de la periodista. "Acabo de reunirme con Jill Carroll. Está a salvo, está libre y aparentemente goza de buena salud y de buen ánimo", declaró. Pasado el susto, Jill Carroll se encuentra sana y salva en Estados Unidos y, como premio por su valentía, ha sido seleccionada para recibir, el próximo 24 de octubre en Nueva York, el galardón 2006 de Valentía en el Periodismo, otorgado por la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF).