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SEGURIDAD

El G-6 creará una fuerza de reacción antiterrorista europea

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España23-03-2006

Fue un retiro de dos días en el balneario de Heilingendamm, al norte de Alemania. Pese a que era la primera vez que asistía un representante del Gobierno polaco, el protagonismo se lo llevó el ministro español, José Antonio Alonso, debido al alto el fuego de ETA.

El comunicado emitido por la banda fue acogido con gran expectación por parte de las instituciones europeas que no dudaron en felicitar al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. El anfitrión del encuentro, el socialdemócrata alemán, Wolfgang Schaeuble, aseguró que la noticia era “una alegría” para todos y se congratuló de que el “azote del terrorismo violento en España termine”. Por su parte, Alonso se manifestó en la misma línea que el resto de los miembros del Gabinete socialista e hizo un llamamiento a la calma y la “prudencia“. No obstante, el ministro español aprovechó la coyuntura para reconocer la colaboración del país vecino. "Hacia Francia lo único que tengo es un agradecimiento con mayúsculas", añadió Alonso. Hechas las debidas presentaciones y una vez que todo el mundo se dio por felicitado, los ministros del G-6 (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, España y Polonia) entraron en materia. Como es habitual en este tipo de reuniones, la lucha antiterrorista y la inmigración ilegal capitalizaron todas la conversaciones. En cuanto al primer asunto, la gran aportación fue el acuerdo de poner en marcha un equipo de reacción europeo ante grandes atentados. Se trata de una inactiva de España donde ya existen este tipo de organismos desde el pasado mes de enero. Esta fuerza de reacción antiterrorista europea tendrá la misión de desplazarse a cualquier país miembro de la Unión para colaborar y asesorar en caso de producirse atentados. En lo que a la inmigración ilegal se refiere, el G-6 aprobó una propuesta del ministro galo, Nicolas Sarkozy, en la que se propone crear un grupo de trabajo con el fin de analizar la posibilidad de establecer "un contrato de integración con los inmigrantes". El objetivo sería establecer un dialogo con “la comunidad musulmana” en concreto y así facilitar las relaciones entre los inmigrantes y los ciudadanos de la Unión Europea.