BOTELLÓN

Sanidad estudia prohibir a los menores beber en la calle

Por Beatriz Martínez 2 min

Sociedad24-03-2006

El pasado 17 de marzo no concluyó la fiebre del botellón. El objetivo era superar en número de participantes a lo que aconteció en Sevilla en febrero: 5.000 jóvenes reunidos en un macrobotellón para celebrar el final de los exámenes.

Este fenómeno al que se enfrenta la sociedad española no es sólo de orden público por los ruidos y suciedad que ocasiona, también es un tema muy grave de salud pública. Muchos jóvenes, desde los trece años incluso, beben hasta llegar a alcanzar comas etílicos, despreocupados de las consecuencias que tendrá para su salud. Una de las causas del fracaso académico en España se debe a la costumbre adoptada por los jóvenes de emborracharse todos los fines de semana. El rendimiento mental y la concentración se reducen por la ingestión de bebidas de alta graduación y con mucha asiduidad. Entre los motivos que esgrimen los jóvenes para esta práctica figuran el alto precio que tienen las copas en los bares o la necesidad de reunirse con amigos en un ambiente distendido. A través de correos electrónicos y mensajes a móvil, jóvenes de toda España se están desafiando a ver quién hace el botellón más multitudinario. La convocatoria todavía no ha concluido, ya que la semana pasada se volvió a repetir en Sevilla, donde alrededor de 7.000 jóvenes, según la Policía Local, se congregaron para celebrar la entrada de la primavera. Así, los jóvenes sevillanos participaron en el botellón rodeados por un fuerte dispositivo de seguridad. Según el Ayuntamiento no ocurrió ningún incidente de relevancia, aunque los facultativos tuvieron que atender un caso de intoxicación etílica. En Gerona, en la más reciente convocatoria del botellón sí se produjeron acciones violentas contra la policía, cuando se dispuso a detener a 37 jóvenes que provocaron incidentes y destrozos en el centro de la ciudad. Ante este panorama, la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, está estudiando si se puede hacer una norma sobre el consumo de alcohol que recoja los criterios en todas las comunidades autónomas. Así se refirió a la necesidad de que las dos comunidades que permiten beber a los jóvenes de 16 a 18 años -Castilla y León y Asturias-, pongan el límite a partir de los 18, como el resto.