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JUSTICIA

El Congreso echa el resto para lograr la comparecencia de Hernando

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España15-03-2006

A la tercera puede ir la vencida. Tras dos negativas en tan sólo siete días, el Congreso ha vuelto a llamar al presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, para declarar. Los convocantes ya han prometido “rebajar el tono para que no se sienta descalificado“.

La Cámara Baja citó a Hernando el pasado día 7 de marzo para que diese explicaciones acerca de la nueva política de excarcelación de terroristas. No obstante, el presidente del Supremo desestimó la oferta. Respalda su decisión amparándose en la defensa de la división de poderes y alega que el Poder Legislativo no tiene la autoridad para “fiscalizar” sus actuaciones. Estos mismos argumentos le sirvieron para dar calabazas al Congreso de nuevo una semana después. En esta ocasión, la citación perseguía escuchar las explicaciones de Hernando en torno a una serie de asuntos que hacen referencia a acuerdos con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). También interesaban unas declaraciones del propio Hernando en las que comparó el hablar catalán con aprender a bailar sevillanas. Es tal el interés del Parlamento, que todos los grupos integrantes de su Mesa de la Comisión de Justicia acordaron, con la única oposición del PP, echar el resto y lanzar una nueva oferta al máximo representante del Alto Tribunal. Según el presidente de la Comisión, el socialista Álvaro Cuesta, esta nueva convocatoria respondería sólo a “efectos meramente informativos”. Además Hernando tendría la libertad para elegir la fecha y las reglas de la comparecencia.Pero el interés del Parlamento no acaba ahí. Desde ERC han mostrado su disposición a retirar su solicitud sobre el tema de las sevillanas. Por su parte el propio presidente de la Cámara, Manuel Marín, optó por escribirle una carta a su homólogo en el Supremo. Era un mensaje de “prudencia“. Entre otras cosas, Marín le instaba a Hernando a “mantenerse al margen del debate político“. Pero a pesar de todas estas peticiones, de momento, la última palabra la sigue teniendo el propio Hernando. Quien no fue nada prudente fue un desconocido que se coló en el edificio del Tribunal Supremo armado con una pistola de fogueo. Su objetivo era “secuestrar” al presidente del Tribunal para que hablara “de lo del terrorismo”. Finalmente el hombre fue neutralizado por los angentes del orden. En este caso la violencia tampoco fue la solución.