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ORIENTE PRÓXIMO

Hamas presenta su nuevo Gobierno palestino

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional19-03-2006

El derecho a resistir a la ocupación israelí es la prioridad del nuevo Gobierno palestino formado por Hamas en virtud de la victoria que obtuvo el Movimiento de Resistencia Islámica en enero de 2006. Una premisa que dificulta aún más el acercamiento de posiciones entre Hamas, el partido Abbas, Fatah, e Israel.

Hubo que esperar el último día de la semana pasada para ver qué carta ha decidido jugar Hamas con la formación del nuevo Gobierno palestino. Los 24 ministros, 10 destinados a la gestión en la Franja de Gaza y 14 para la de Cisjordania, indican, en principio, que Hamas ha elegido la carta de la moderación. La configuración del nuevo Gobierno deja ver poco del fundamentalismo que se le temía pusiera la organización islamista en su ascenso al poder. De hecho, entre el equipo de Gobierno se encuentran un cristiano y una mujer. Ahora bien, las personalidades del movimiento acaparan las carteras más relevantes. Es el caso del elegido nuevo ministro de Exteriores palestino, Mahmud Zahar, el más significativo de los representantes palestinos de la franja de Gaza, zona considerada como el bastión de Hamas. La presentación del Ejecutivo supone la voluntad de Hamas de gobernar un territorio en el que, como se dio prueba manifiesta de ello la semana pasada, las instituciones palestinas no siempre gobiernan. Tanto es así que el martes pasado, el Ejército israelí irrumpió en territorio palestino, concretamente en Jericó, para destruir el centro penitenciario en el que se encontraban seis militantes del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) con el objetivo de ponerlos bajo arresto en Israel. La decisión de Ehud Olmert de lanzar la operación militar fue el catalizador de una ola de protestas violentas que condujo incluso al secuestro por unas horas de algunos occidentales residentes en los territorios ocupados. El presidente palestino condenó además de la intervención israelí, "los secuestros y los actos sangrientos producidos en reacción". El portavoz del presidente palestino, Nabil Abu Rudeinah, aseguraba tras el asalto de Jericó que "la operación israelí tendrá un impacto negativo en muchas cosas: la tregua, las relaciones con Israel y la formación del nuevo gobierno palestino". No le falta razón, en las dos primeras, una intervención como la del martes pasado -en plena campaña electoral israelí- no puede más que incrementar la violencia de los grupos violentos palestinos, a saber, Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Pero si la presentación del Gobierno de Hamas contradice a Abu Rudeinah, este hecho sólo puede incrementar la tensión entre palestinos y un Estado de Israel que reconoce a la ANP, como una "institución terrorista" desde la entrada de Hamas.