Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

JUVENTUD

Miles de jóvenes eligen el ¬botellón¬ como alternativa de ocio

Fotografía
Por Beatriz MartínezTiempo de lectura2 min
Sociedad17-03-2006

Muchos pretendían beber alcohol pero no todos lo consiguieron. En Madrid y Barcelona se advirtió la presencia de la policía, que multarían por beber en la vía pública. La lluvia también se unió a la fiesta, lo que dificultó que los jóvenes de ambas ciudades accediesen a los puntos de cita. Otras, en cambio, si estuvieron muy concurridas.

La idea de movilizar mediante mensajes a los jóvenes para participar en botellones masivos comenzó hace unas semanas en Sevilla, en el día que finalizaban los exámenes de febrero en la Universidad. En ellos se retaba a los jóvenes de toda España a organizar el mayor macrobotellón el mismo día, el viernes 17 de marzo. Mientras en Madrid y Barcelona apenas se congregaron algunos centenares de jóvenes, en otras ciudades como Salamanca y Granada se superaron los 20.000. A estas cifras hay que sumar las que se registraron en el parte de incidencias: unos 70 detenidos -varios de ellos menores de edad- y más de cien heridos en los incidentes que se produjeron en algunas ciudades entre jóvenes y fuerzas de seguridad. Mientras en Barcelona y Madrid la policía vigiló las zonas donde se habría de celebrar el botellón, en Granada, el propio ayuntamiento facilitó una carpa para la ocasión, que reuniría a unos 25.000 jóvenes. De hecho, la capital granadina fue junto con Salamanca el lugar en el que más personas participaron en el macrobotellón, una cita que puso de relieve una realidad: que muchos jóvenes no asumen la posibilidad de diversión sin alcohol. Cada vez son más jóvenes La mayor permisividad de los padres cuando los hijos empiezan a salir por la noche a discotecas deriva en que cada vez comiencen a edades más tempranas a acudir a locales hasta altas horas de la madrugada, donde tiene fácil acceso a las drogas y el alcohol. Hasta ahora no se había llamado a competir para beber alcohol, y de alta graduación, lo que implica un alto peligro para la salud pública de los jóvenes. Detrás de estas convocatorias, pueden existir intereses comerciales, ya que se produce un aumento de ventas de bebidas. Es más barato comprar botellas enteras que pedir las copas en un bar y, para eso, hay que beber fuera. Los jóvenes quieren ahorrar a la hora de beber, pero para otras opciones de ocio como el deporte o conciertos de música no se comportan así. La solución no es enfrentarse a este fenómeno sólo como un problema de orden público, sino como un asunto de base, a través de la educación, y en el que deben estar implicadas las Comunidades Autónomas que legislan, los padres, profesores y los propios jóvenes, que deben evaluar qué les mueve a divertirse con una copa en la mano.