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PAÍS VASCO

ETA endurece sus acciones y Otegi podría pagarlo caro

Por Enrique García GarcíaTiempo de lectura2 min
España11-03-2006

La banda terrorista colocó bombas de escasa potencia el día que Batasuna había convocado una huelga contra la dispersión de Etarras. El seguimiento de la convocatoria fue poco significativo, pero no así los disturbios que ha generado.

La banda terrorista ETA continúa intentando mostrar su capacidad de reacción y su fortaleza mientras se atiza la polémica en torno a la supuesta negociación con el Gobierno. En este sentido, dos artefactos de escasa potencia fueron colocados en carreteras de Cantabria y Navarra durante la jornada de huelga convocada por Batasuna. Con un seguimiento muy escaso, la “huelga general” convocada a través del sindicato LAB –afín al entorno abertzale tenía por objetivo protestar contra la política de dispersión de presos. Pese a la falta de seguimiento, la movilización desembocó en diversos incidentes y altercados. Precisamente ese mismo día, ETA se hacía presente con la colocación de dos artefactos explosivos de escasa potencia en las carreteras A-8 y N-111, en Cantabria y Navarra. Las explosiones no causaron daños y, de los cuatro avisos de bomba que dio la banda, sólo estos dos resultaron ciertos. Tras los disturbios, el juez Fernando Grande-Marlaska responsabilizó al líder abertzale Arnaldo Otegi de la colocación de las bombas, así como de los actos violentos cometidos durante la manifestación de la huelga. Marlaska especificó como infracciones la “colocación de artefactos explosivos, inutilización de accesos a locales e interrupción de las vías públicas”. Es por ello que Otegi será llamado a declarar y la Fiscalía ya ha anunciado que pedirá su ingreso en prisión. Además, el juez también condena el uso del término “huelga” para una manifestación bajo el lema “dispersión asesina”. Esto no encaja, así como ninguno de los principios de la movilización, con la defensa de los intereses de los trabajadores. En lo referente a los disturbios callejeros, los “huelguistas” colocaron barricadas y cadenas en calles y carreteras, realizaron sabotajes en el transporte público atacando autobuses, líneas de metro y ferrocarriles. Del mismo modo, los piquetes informativos intentaron extender la huelga por calles y polígonos.