CATALUÑA
El Estatuto sigue su rumbo mientras CiU aprovecha la marea
Por Antonio Pérez3 min
España11-03-2006
Sin prisa, pero sin pausa. El futuro Estatuto sigue ganando terreno poco a poco y los partidos implicados en la negociación ya han alcanzado diversos acuerdos en torno a los derechos y libertades. Mientras tanto, CiU abre una nueva crisis en el tripartito.
PP en contra. ERC, a veces sí, a veces, no. Y el resto, de acuerdo. La Comisión Constitucional del Congreso y la delegación del Parlamento catalán han llegado a un acuerdo para dar luz verde a los dos primeros títulos del Estatuto que durante estos meses ha estado ajustando entre el Gobierno y los representantes políticos catalanes. Se trata de títulos referidos a los derechos, deberes y principios rectores de los ciudadanos de Cataluña, así como del funcionamiento de las instituciones. En el primer caso, el texto final contó con el respaldo de todos los grupos, excepto del PP, que lo consideró “delirante”. Además, los populares advirtieron que la aprobación de ese capítulo suponía acabar con “la igualdad de todos los españoles”. A pesar de la supuesta cohesión entre el resto de los partidos, ERC se desmarcó de la postura de los socialistas, CiU e Iniciativa per Cataluña (ICV) en la aprobación del artículo 20, referido al “derecho a vivir con dignidad el proceso de propia muerte”. En este sentido, finalmente el texto no defenderá el derecho a la eutanasia, porque –a pesar de la negativa del partido de Carod Rovira- el resto de partidos catalanes representados en la Comisión que apoyaron el artículo acordaron que ese derecho se fundamenta en que los catalanes “tienen derecho a recibir un adecuado tratamiento del dolor y cuidados paliativos integrales”. CiU se mostró especialmente conforme con esta redacción al comprobar que el texto no defenderá la eutanasia ni el aborto libre. En lo referente a los derechos y, ante las reticencias mostradas por el PP, el socialista, Diego López Garrido, declaró que al principal partido de la oposición “le da urticaria” la ampliación de los derechos de los ciudadanos. El título dedicado al funcionamiento de las instituciones también fue aprobado por mayoría, con la oposición del PP y los matices introducidos por ERC, que no está satisfecha con asuntos como la inmunidad parlamentaria o el protocolo. De hecho, consideran que la inmunidad de los parlamentarios catalanes es menor que la de los nacionales y juzgan como algo impropio el estatus del presidente de la Generalitat al tener que situarse detrás del jefe de Estado y del jefe de Gobierno. Mientras en la Comisión Constitucional se van limando asperezas, su presidente, Alfonso Guerra, quiere seguir debatiendo el texto hasta el día 21 de este mes. Así se lo ha hecho saber a los portavoces parlamentarios y, si se llevara a cabo su propuesta, la votación final del Estatuto en el pleno del Congreso se retrasaría una semana más. Artur Mas negó tres veces Por si los partidos catalanes no tuvieran bastante con el debate sobre su futuro marco jurídico, el líder de CiU, Artur Mas, ha echado una nueva garrafa de gasolina al tripartito catalán. Como San Pedro con el mismo Jesucristo -pero en versión nacional y con unos protagonistas bien distintos-, hasta tres veces negó Mas a Maragall, según el líder nacionalista. En una entrevista en la televisión autonómica catalana, Mas afirmó que “hasta tres veces nos han ofrecido entrar en el Gobierno de Cataluña” y que, en las tres ocasiones, su formación declinó la oferta. Eso sí, las reiteradas peticiones, según el número uno de CiU siempre tuvieron lugar en “conversaciones privadas”. La respuesta de la Generalitat fue contundente. El portavoz del organismo, Joaquim Nadal, afirmó categórico que “nunca nadie con capacidad para hacerlo le ha hecho a CiU un llamamiento u oferta formal” para formar parte del Ejecutivo catalán. Además, declaró que “el dominio de las conversaciones privadas es inmenso e inalcanzable, pero también absolutamente irrelevante”. También llegó a decir, en alusión a Mas, que Cataluña no necesita "presuntos salvadores" que creen que protegen al mundo "contra las fuerzas del mal".