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VÍCTIMAS DE TERRORISMO

ETA sigue activa, pero cumple 1.000 días sin asesinar

Por Enrique García GarcíaTiempo de lectura2 min
España24-02-2006

La banda terrorista cumple ya 1.000 días sin ningún asesinato y esa es la causa del optimismo del Gobierno. El Ejecutivo mantiene que no hablará con ETA a menos que deje las armas y, desde el entorno de la banda, se sigue respondiendo con violencia. Además, la estrategia del Gobierno volvió a cosechar las críticas de la oposición y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

1.000 días sin asesinatos de ETA. Es decir, tres años sin que la banda criminal haya cometido un solo homicidio. A esto era a lo que se refería el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando hace unos días hablaba públicamente de la proximidad del fin de ETA. Desde entonces, y como consecuencia de aquellas declaraciones, el clima político se ha enrarecido aún más. El Partido Popular (PP) interpretó que el mensaje de Zapatero encubría una negociación que ya estaba en marcha. Se llegó a especular incluso con la posibilidad de una tregua inminente. Tanto el PP como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) han reclamado una y otra vez al Gobierno que cambie lo que, a su juicio, es una política de concesiones políticas a cambio de paz que el Ejecutivo siempre ha negado mantener, esgrimiendo como prueba las cifras de etarras detenidos en los últimos años. Recientemente, en el Congreso de los Diputados, el líder del PP, Mariano Rajoy, inquirió al Presidente Zapatero por su intención de negociar con ETA. Asimismo, le pidió que garantizase que no negociaría ni con el acercamiento de presos al País Vasco ni con la autodeterminación. El jefe del Ejecutivo negó los temores de Rajoy, con lo que el Gobierno mantiene las condiciones para la banda: abandono de las armas y renuncia a la violencia. Desde el entorno abertzale, sobre todo el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegui, remarcó la necesidad de que hubiera “voluntad” de poner fin al conflicto, en clara alusión a la posibilidad de hacer concesiones. No obstante, la predisposición abertzale parece haberse enfriado a raíz de las últimas declaraciones que se han producido desde diversos ámbitos políticos. La respuesta de los violentos se ha centrado en varios atentados contra infraestructuras llevados a cabo con artefactos de escasa potencia, además de una pegada de carteles a favor de ETA.