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IRAQ

El proceso democratizador iraquí se mantiene a la espera

Por Susana MendozaTiempo de lectura1 min
Internacional26-02-2006

En las elecciones celebradas el pasado 15 de diciembre, la chií Alianza Iraquí Unida (AIU) obtuvo 129 escaños, los partidos kurdos se quedaron con 53, el Frente para el Acuerdo Iraquí (FAI), conformado por los principales partidos suníes, con 44, y la lista del ex primer ministro Iyad Alaui con 25.

Con estos resultados se hacía imposible la formación de un gobierno en solitario, por lo que la búsqueda de acuerdos para obtener una mayoría de dos tercios en el Parlamento fue indispensable para que la democracia iraquí comenzase a dar sus primeros pasos. La mayoría de los 26 millones de iraquíes son chiíes (62 por ciento), la población hegemónica en el sur, mientras en el centro predominan los suníes (35 por ciento), rama islámica dominante en el mundo árabe y que constituyó la elite del régimen de Sadam Husein. Desde luego, no parece que la situación haya mejorado mucho desde la “liberación” iraquí, ya que no se encuentra ninguna salida al atolladero democrático en el que se encuentra inmerso este país de Oriente Medio debido sobre todo a las diferencias de las diversas confesiones religiosas. Tampoco parece probable que vaya a ayudar mucho la elección de Ibrahim Al Yafari la semana pasada. La AIU oficialmente postuló al primer ministro para un segundo periodo, una noticia que impactó en todo el espectro político. Al Yafari ha sido acusado de ineficiencia en más de una ocasión por otros partidos y por observadores internacionales, además de no ser en absoluto popular en su propio país. En cuanto a las conversaciones que mantenía el Gobierno con el sector suní, el principal bloque político suní, el Frente del Acuerdo Iraquí, afirmó que "no dudará en reconsiderar" su decisión de abandonar las conversaciones para la formación del nuevo gobierno iraquí si el primer ministro adopta las medidas prometidas para reducir la violencia sectaria en el país.