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TERRORISMO

Rajoy dice que el Gobierno ya ha pagado un "precio político" a ETA

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
España10-02-2006

La salida de prisión de terroristas sanguinarios, el cese del fiscal Eduardo Fungairiño, la ruptura del Pacto por las Libertades, la lista electoral del PCTV, la reforma de los estatutos... Estas son las cesiones que el Gobierno está pagando "por adelantado" a ETA para que deje de matar. Al menos eso es lo denuncia el PP en medio de los rumores sobre un posible abandono de la violencia.

El Partido Popular está radicalmente en contra de una negociación con los terroristas. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, defiende otra vía para acabar con ETA: la detención y encarcelación de todos sus miembros. Rajoy posee una mala experiencia de anteriores diálogos con la banda armada. Él fue ministro de Administraciones Públicas durante la tregua de 1998, cuando el Gobierno de José María Aznar llegó a mantener un par de reuniones con los terroristas para tantear un final dialogado a la amenaza. Sin embargo, el tiempo demostró que todo era una trampa para reestructurar los comandos y cometer nuevos asesinatos. Rajoy no quiere más negociaciones con ETA y está dispuesto a criticar el más mínimo acuerdo con la banda. A su juicio, el mejor camino para acabar con los terroristas es aplicar minuciosamente el Pacto por las Libertades que PP y PSOE suscribieron en 2001. Sin embargo, Zapatero lleva desde 2004 sin informar a la oposición del estado de la lucha antiterrorista y no tiene intención de hacerlo en caso de negociación con los pistoleros porque dice que "no se fía" de Rajoy. El líder del PP tampoco confía en el presidente del Gobierno. Aunque Zapatero niega la existencia de conversaciones con el entramado etarra, Rajoy está plenamente convencido de que hace meses que el PSOE negocia con los terroristas. Incluso, considera que las últimas decisiones del Ejecutivo en esta materia son una "cesión" para que ETA deje de matar. La posible salida de prisión de varios terroristas sanguinarios, como el francés Henri Parot, representa una prueba inequívoca para los populares de que Zapatero está pagando un "precio por adelantado" a la banda armada para que deje las armas. Semejante acusación ha caído como una bomba política en el Gobierno. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, reaccionó de inmediato para calificar de "innoble, sin escrúpulos y plagada de mentiras" la labor de la oposición y afirmó que el Partido Popular se ha pasado "definitivamente de la raya" en este asunto. Por su parte, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, acusó al PP de "instrumentalizar la lucha contra el terrorismo" y recordó que durante los ocho años de gobierno popular salieron de las cárceles decenas de terroristas. Con los rumores de una posible tregua, las posiciones de PSOE y PP parecen prácticamente irreconciliables dada su falta de comunicación y de confianza. Sin embargo, los líderes de ambas formaciones se instan permanentemente y sin éxito a recomponer la unidad contra ETA. Mientras que Zapatero exige "responsabilidad" al presidente del PP, Rajoy ha reclamado un debate televisado en el que el jefe del Ejecutivo cuente todo lo que sabe sobre los terroristas. A sólo un año de los comicios autonómicos y municipales, uno y otro se muestran dispuestos a jugarse su futuro electoral con esta carta.