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IRAQ

Dos explosiones en Bagdad causan 16 muertos y más de un centenar de heridos

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura3 min
Internacional05-02-2006

Una semana más, en Iraq suena la música de siempre. Dos coches bomba se cobraron en Bagdad la vida de 16 personas, dejando tras de sí más de un centenar de heridos. Las explosiones fueron casi simultáneas, por lo que se cree que estaban relacionadas entre sí.

La primera de las detonaciones tuvo lugar en el distrito cristiano de Al Amin y dejó una instantánea tristemente espectacular. El artefacto estalló en las inmediaciones de una gasolinera, hecho que motivó la destrucción de un camión cisterna cuya carga incendió a otros 16 vehículos. La segunda explosión se produjo a menos de dos kilómetros de allí, en un mercado local donde se concentraba un gran número de personas haciendo las últimas compras del día. Los dos coches bomba causaron además de las víctimas, considerables daños materiales. También pudo escucharse la pasada semana, en un vídeo difundido por Al Yazira, a la periodista estadounidense Jill Carroll, secuestrada a principios de este año, solicitando entre sollozos a sus compatriotas que presionaran al Gobierno para que negocie su liberación. Los captores exigen a EE.UU. que liberen a nueve presas iraquíes para no acabar con la vida de la rehén. Por su parte, el Gobierno estadounidense ya anunció que no negociaría bajo ningún concepto con terroristas. La misma suerte corren los dos ingenieros alemanes secuestrados el mes pasado. En otro vídeo ofrecido también por la cadena de televisión árabe, los captores amenazaban con matar a los dos rehenes europeos de no cumplir su país las condiciones anunciadas. Éstas pasan porque Alemania rompa su colaboración con las autoridades iraquíes y retire su embajada de Bagdad. En el vídeo se podía ver cómo los secuestrados eran apuntados con armas automáticas. Mientras tanto, en la Zona Verde de Bagdad, el juicio contra Sadam Husein y siete de sus colaboradores evoca ya las grotescas melodías de la pantomima de las películas mudas de los veinte. Esta vez, Sadam Husein rehusó acudir a la novena vista del proceso en protesta por la designación como nuevo juez del kurdo Rauf Abdelrahim. Él y cinco de los acusados anunciaron además que no están dispuestos a volver hasta que el magistrado renuncie. La duda de la imparcialidad del nuevo encargado del caso viene motivada porque en la localidad natal de Abdelrahim se llevó a cabo una operación del Gobierno de Husein con gas venenoso. Con tal panorama, la posibilidad de tener que conceder el enésimo aplazamiento del juicio crece por momentos. En cualquier caso, la vista celebrada la pasada semana se vio marcada además por la comparecencia de una testigo de la masacre de Dujail. En su testimonio, la superviviente dejó claro que fue detenida ilegalmente y torturada por fuerzas del Régimen junto a varios de sus vecinos. La pasada semana, además, murió el soldado británico número 100 desde el comienzo del conflicto iraquí. La misma explosión, que tuvo lugar en la ciudad de Um Qasr, al sur del país, hirió a otros tres efectivos del Ejército. El ministro de Defensa británico, John Reid, declaró con motivo del suceso que era "el momento adecuado para reflexionar sobre la determinación, el coraje, el profesionalismo y el sacrificio del Ejército y de las familias que también los respaldan". Un Ejército que convive con el hilo musical de los disturbios y las explosiones desde hace más de dos años.