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FÚTBOL

Más decepciones que sorpresas en la Liga

Por Jesús RosellTiempo de lectura3 min
Deportes15-01-2006

El Barcelona se ha erigido como el protagonista de la primera vuelta del campeonato. Su gran momento de forma contrasta con la irregularidad del Real Madrid, uno de los cuatro clubes que ha cambiado de entrenador. Valencia y Deportivo, pero sobre todo Osasuna, son algunos de los que destacan después de la primera vuelta de la Liga.

El protagonista indiscutible de esta primera vuelta ha sido el Barcelona de Frank Rijkaard. El club azulgrana comenzó con algunas dificultades, ya que no conseguía desplegar el fútbol que le hizo campeón el año pasado. En las cinco primeras jornadas sólo consiguió dos victorias, pero luego recuperó mejor su nivel hasta situarse como líder indiscutible y pulverizar distintos registros: es el único equipo español que ha conseguido 16 victorias consecutivas en todas las competiciones –el Real Madrid, 50 años atrás, consiguió quince sólo en la Liga– y se aseguró el título honorífico de campeón de invierno con la máxima puntuación de su historia: 46 puntos. Pero la revelación es el Osasuna de Javier Aguirre. Con un gran espíritu de equipo y el desparpajo en la dirección del joven Raúl García, se ha convertido en un equipo fortísimo en El Sadar. El Valencia pagó en las primeras jornadas la falta de acoplamiento al sistema de Quique Sánchez Flores de una plantilla demasiado extensa. Aunque se cuestionó su continuidad, el equipo ché ha terminado encontrando la solidez defensiva y el equilibrio ofensivo. También el Deportivo, sobre todo por las dudas con Diego Tristán en la punta, aunque la continuidad de Joquín Caparrós nunca estuvo en entredicho. El resurgir de Juan Carlos Valerón, muy beneficiado por el sistema táctico tras un primer esquema muy rocoso en la presión, presume buenas perspectivas para la segunda vuelta. El Villarreal aguantó el tipo, pese a la exigencia de debutar en la Liga de Campeones. Los de Manuel Pellegrini lo acusaron en las primeras jornadas, pues llegaron a ser colistas, pero remontaron el vuelo hasta colocarse en puestos de clasificación europea. No despega, en cambio, el Real Madrid. El importante desembolso realizado en fichajes no se vio reflejado en una mejoría patente en el juego. Robinho de Souza y Julio Baptista no acabaron de demostrar todo su potencial, y lo que prometieron a su llegada al club. Sólo Sergio Ramos ha ilusionado como un jugador polivalente, rindiendo tanto en el centro y el lateral de la defensa como en el medio campo. Vanderlei Luxemburgo no convenció y el entrenador del filial, Juan Ramón López-Caro, se vio con la papeleta de retomar el estilo del equipo merengue: por lo pronto el trabajo físico y la intensidad, no tanto los resultados, avalan su trabajo. Caso similar es el Atlético de Madrid: la ilusión generada por los fichajes se vino abajo con el paso de las jornadas y los objetivos europeos se fueron alejando. Carlos Bianchi no respondió a las expectativas y, pese a algunas variantes tácticas, fue reemplazado y el equipo tiene tres puntos menos que en 1999, cuando descendió a Segunda. Sevilla, Celta, Zaragoza, Real Sociedad, Espanyol, Málaga y Getafe buscan una plaza que dé acceso a la Copa de la UEFA, una batalla muy reñida hasta el final. Otra pugna de gran crudeza son los puestos de descenso. A la decepcionante temporada de Betis y Athletic de Bilbao se unen los modestos Alavés, Mallorca y Cádiz. Al conjunto de Lorenzo Serra Ferrer se le hizo muy cuesta arriba compaginar la competición nacional y la Champions League. El Athletic se vio incapaz de sumar victorias y sustituyó muy pronto a José Luis Mendilíbar por Javier Clemente. La actitud perdedora también es un lastre para el Alavés, otro de los que ha cambiado de técnico, y el Mallorca, pese al orden que trata de imponer Héctor Cúper. Al descaro del Cádiz le ha faltado una dosis de oficio y fortuna para conseguir mejores resultados.