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PREMIOS NOBEL

El Nobel empuja a la ONU a implicarse en el conflicto de Afganistán

Fotografía El secretario general de la ONU, Kofi Annan, en una reciente visita a EE.UU.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, en una reciente visita a EE.UU.

Por La SemanaTiempo de lectura2 min
Sociedad12-10-2001

El clima mundial desatado después de los atentados del 11 de septiembre ha influido también en la decisión del Comité noruego para fallar el Nobel de la Paz, como ha reconocido el jurado de los premios. La Organización de Naciones Unidas y su secretario general, Kofi Annan, son los más recientes destinatarios de este galardón por su labor a favor “de un mundo más organizado y pacífico”.

Sin embargo, más que un símbolo de prestigio, el Nobel intenta apoyar el papel de la organización y de Annan en el panorama internacional contra el terrorismo. El propio Annan ha dicho que el galardón es “un honor para la ONU”, pero en sus palabras también se alberga una responsabilidad: “Un reto que nos impulsa a hacer más y mejor”, según el secretario general. El presidente del comité del Nobel, Gunnar Berge, sostiene que “el único camino viable para lograr la cooperación y la paz global pasa por la ONU”. Berge ha destacado el trabajo de Annan porque ha sabido dejar claro “que los Estados no pueden ampararse tras sus soberanías para ocultar sus violaciones”. Kofi Annan accedió a su puesto en 1997, con más respaldo estadounidense que su predecesor, Butros-Gali, y seguirá al frente de la ONU otra legislatura más después de su reelección en el cargo el pasado mes de junio. La concesión del Nobel de la Paz apoya también la confianza que Estados Unidos y sus aliados tienen en la organización. Estos países creen que la entidad internacional es la única que puede intervenir en el conflicto contra Afganistán sin que sea tomada como un enemigo más. Los quehaceres que el futuro augura para la ONU en este país asiático son afianzar una solución política en Afganistán si salen los talibán del poder y organizar la ayuda humanitaria. Un reto que apuesta por la paz en tiempos de guerra. Precisamente, el jurado eligió a los condecorados apenas dos semanas después de los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington, aunque según Berge, Annan y Naciones Unidas “hubieran sido buenos candidatos de todas formas”. Ambos han resultado favoritos antes que otras candidaturas de la talla del Comité Internacional de la Cruz Roja, la FIFA, el Papa Juan Pablo II, el Tribunal Internacional de La Haya y el tribunal de la ONU sobre crímenes de guerra. Además, el galardón supone el primer reconocimiento de estos premios a la ONU como organización, ya que en otras ocasiones fueron premiadas algunas de sus instituciones.