Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

IRAQ

La posible reducción de tropas coincide con una sangrienta semana

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura1 min
Internacional08-01-2006

George W. Bush recalcó los progresos políticos y de seguridad en Iraq, a pesar de los atentados, y anunció que estaba estudiando, junto con sus asesores, reducir el número de militares estadounidenses en territorio iraquí.

Iraq ha sufrido una de las semanas más sangrientas desde la invasión del país en 2003. Uno de los atentados con más víctimas se produjo en Kerbala, al sur de Bagdad, donde un suicida hizo estallar una bomba que llevaba adosada al cuerpo. Otro tuvo lugar en Ramadi, al norte de la capital iraquí, donde un fanático se inmoló mientras un millar de jóvenes hacía cola ante un centro de reclutamiento de la Policía iraquí. Esta sucesión de actos violentos se originó después de semanas de calma tras las elecciones legislativas del pasado 15 de diciembre. Estos atentados dejaron más de 110 muertos y casi 250 heridos. Informaciones provenientes de los hospitales de Ramadi aseguraron que más de 60 personas murieron y 105 resultaron heridas, frente a los 50 fallecidos y los casi 138 heridos de Kerbala. Sendos ataques tienen lugar en un momento crucial para el país: sus principales líderes políticos negocian la formación del nuevo gobierno antes de que se conozcan los resultados definitivos de los comicios del pasado 15 de diciembre, previstos para finales de mes. Los últimos atentados sucedieron unas horas más tarde de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunciase una posible reducción del número de tropas a lo largo de 2006. Ha sido la primera vez que pide consejo a ex responsables del Gobierno como Bill Clinton para “escuchar sus preocupaciones y sugerencias sobre el camino a seguir”.