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BOLIVIA

Morales, el indígena que se alzó como presidente

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional25-12-2005

Pastor de llamas, fabricante de ladrillos, panadero, trompetista, cocalero, líder sindical y presidente de la República de Bolivia. Este es el perfil de Evo Morales, un indígena que pretende devolver a los bolivianos el control de los recursos naturales de su tierra, entre ellos, dos de los más preciados: el gas natural y el petróleo.

Morales emigró en la década de 1980 al centro del país huyendo del frío y la sequía del altiplano boliviano y se instaló en El Chapare para dedicarse al cultivo de la hoja de coca. Fue allí donde comenzó su carrera política en un sindicato, como secretario de deportes, y donde fue ganando simpatías con su discurso anti imperialista y su respuesta a las desigualdades sociales. En 1997, llegó a la Cámara de los Diputados a través del partido Movimiento al Socialismo (MAS), gracias al masivo apoyo que sus compañeros de El Chapare le brindaron. En 2002 fue expulsado del Parlamento por encabezar marchas y bloqueos contra la prohibición del cultivo de coca, pero ese mismo año un amplio respaldo le devolvió a la Cámara con una quinta parte en manos de MAS. Morales es un líder sindical genuino. Veterano de centenares de marchas de protestas, ha sido detenido en varias ocasiones por cargos nunca probados de narcotráfico. También ha sido juzgado por "violencia", tal y como tipifica la ley boliviana los bloqueos campesinos contra la erradicación del cultivo de coca. "Los aimaras y quechuas hemos despertado y vamos a recuperar el poder político para recuperar el territorio", afirma contundente el nuevo presidente de Bolivia, cuyas bases de su discurso son recuperar los recursos naturales del país en manos de las empresas privadas que los explotan. "Con el gas obtendremos recursos para crear empleos y luchar contra la pobreza", explica, al tiempo que despeja cualquier duda sobre sus intenciones. No pretenden la confiscación de los bienes más preciados de Bolivia (petróleo y gas natural), sino que las empresas paguen unos impuestos al Estado superiores al 50 por ciento del valor del producto. Sin embargo, el discurso de Morales también asusta a algunos. Según dicen, este campesino es amigo del dictador cubano Fidel Castro y seguidor del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien más de una vez ha llamado a recuperar "la revolución bolivariana". Además, en su discurso social habla también de despenalizar el consumo mundial de hoja de coca, lo que reportaría grandes beneficios a los agricultores de Bolivia. Incluso algunos temen que el nuevo presidente de la República ocasione "un descalabro económico" debido a esa política "confiscatoria".