CATÁSTROFE HUMANITARIA

Los Gobiernos asiáticos frenaron la llegada de las ayudas por el terremoto

Por Alfredo L. Zamora2 min

Sociedad20-12-2005

El maremoto que azotó el sureste asiático hace 12 meses fue uno de los más potentes de los últimos 40 años, con olas que se desplazaron a 500 kilómetros por hora. Ahora, después de un año de duros trabajos de reconstrucción, aún hay mucho que hacer. Todavía se permanece a la espera de recibir muchas de las ayudas prometidas, algo que se ha visto trabada por el propio gobierno local asiático.

Tras un año de la catástrofe humanitaria que sufrió el sureste asiático, muchas han sido las organizaciones que han analizado la situación actual de las zonas afectadas. Según el informe elaborado por el Centro de Información de Naciones Unidas (UNIC) en la India, las tareas de reconstrucción y rehabilitación siguen siendo inadecuadas. Además, añade que los supervivientes sufren desigualdad en la distribución de la ayuda y de los alojamientos a consecuencia de agendas políticas, burocracia y discriminación social. Su investigación demuestra que muchos supervivientes siguen forzados a vivir bajo condiciones que no cumplen con el criterio estándar internacional de los derechos humanos. La mayoría de los afectados aún siguen acogidos en campamentos temporales para refugiados, otros permanecen en refugios que fueron creados en los días siguientes a la tragedia, e incluso hay muchos que viven en viviendas que permanecen aún dañadas. Por su parte, la Coordinadora de ONG para el desarrollo de España (CONGDE) ha elaborado un informe en el que se resalta el incumplimiento de las ayudas prometidas hace un año. Además, analiza los errores cometidos en las labores de reconstrucción, entre las que destacan la falta de coordinación con las autoridades locales y algunas organizaciones; el elevado número de actores en la zona (gobiernos, ejércitos, organizacione...); y exceso de ayuda en las zonas turísticas. En cuanto a la ayuda española, la cuantía llegó a los 79 millones de euros, muy por debajo de los más de 240 millones que se destinaron durante la crisis del Huracán Mitch, en 1998. De los 79 millones, 69 de ellos provenían de fondos privados y de particulares, mientras que los otros 10 eran de los gobiernos regionales y locales. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha analizado la situación de los niños supervivientes del tsnami. Según su informe, tras un año aún continúan asustados pese a que se muestren optimistas respecto al futuro. Las vidas de estos jóvenes todavía siguen marcadas por la catástrofe natural que a muchos de ellos les arrebató lo que más querían, sus familias, dejándoles solos en un mundo para ellos destruido.