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ETA

La negociación con los terroristas, cada vez más un secreto a voces

Por Antonio Pérez VicenteTiempo de lectura2 min
España25-11-2005

Uno de los objetivos prioritarios de todos los gobiernos de la democracia española ha sido la lucha contra el terrorismo. No obstante, muchas cosas han cambiado en este apartado desde la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al poder.

En todo ese tiempo, los interlocutores habían mantenido una actitud discreta en sus contactos con la banda. Se celebraban reuniones de alto nivel fuera de las fronteras españolas y se procuraba que los medios de comunicación no interfirieran en el proceso. Sin embargo, poco después de la victoria socialista del 14-M, tanto ETA como Batasuna comenzaron a lanzar interpelaciones públicas al Gobierno para iniciar un proceso de paz. Del mismo modo, el Ejecutivo también ha respondido a la banda con comunicados y declaraciones fuera del ámbito privado. En este diálogo mediático, el punto de inflexión tuvo lugar en un acto de Batasuna en el velódromo de Anoeta celebrado hace poco más de un año. El líder del partido ilegalizado, Arnaldo Otegi, se comprometió a “sacar el conflicto de la calle” y a usar exclusivamente “vías políticas y democráticas” para conseguir sus objetivos. Además, emplazó al resto de partidos a una mesa de negociación dentro de un proceso “global y multilateral desarrollado con seriedad, sin prisas, y sobre bases sólidas”. El Gobierno aceptó el envite, pero exigiendo como condición la entrega de las armas. En este contexto, Batasuna continuó su política informativa sacando a la luz nuevos comunicados y cartas dirigidas al presidente del Gobierno en las que establecían las pautas necesarias para que Zapatero se convirtiera en el “Tony Blair español” –en referencia al proceso de paz entre el IRA y Gran Bretaña-. Otro paso adelante en las “negociaciones” públicas entre la banda y el Ejecutivo fue la resolución aprobada en mayo de 2005 por el Congreso de los Diputados, en la que se autorizaba al Gobierno para que dialogara con ETA si ésta abandonaba las armas. Desde entonces, determinados medios de comunicación publicaron indicios de supuestos contactos entre la banda y el Ejecutivo español. Mientras tanto, Batasuna pedía a Zapatero que fuera “valiente” y no se dejara influir por la opinión pública ni por la oposición. El PP no tardó en posicionarse en contra de la política antiterrorista del PSOE. El líder de los populares, Mariano Rajoy, ha llegado a acusar a Rodríguez Zapatero de “mendigar una tregua a ETA” y ha solicitado al presidente que "vuelva al Pacto Antiterrorista". Con el último comunicado, en el que los etarras piden la implicación internacional para alcanzar un acuerdo, ETA fomenta un debate público con el Gobierno. Para ello utiliza a los medios de comunicación y el Ejecutivo responde por la misma vía, con lo que los contactos entre ambos se convierten en un secreto... a voces.