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EDUCACIÓN

La Religión, en el debate educativo

Por La SemanaTiempo de lectura1 min
Sociedad13-11-2005

El proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE) no considera que la Religión debe ser una asignatura más. Tanto es así que, si no hay modificaciones, cuando entre en vigor la normativa esta materia no será computable. Este debate se ha acrecentado en los últimos días, en torno a la manifestación contra la LOE que tuvo lugar el 12-N en Madrid.

Hasta la Conferencia Episcopal Española (CEE) tuvo que desmentir que los obispos no habían convocado la protesta, sino que simplemente la apoyaban. Es más, apenas hubo una pequeña representación de ellos en las calles de Madrid. Pero la maraña del debate social continuaba incluyendo el asunto religioso como motivo de enfrentamiento. De hecho, la Religión también estuvo presente en otro de los momentos de mayor revuelo que han tenido lugar en los últimos días con respecto al debate sobre el futuro de la educación en España. Fue cuando, un par de jornadas antes de la celebración de la protesta anti LOE en la capital de España, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, viajó a Roma para hablar de las relaciones Iglesia-Estado en la Santa Sede. El Vaticano recomendó a De la Vega que acudiese a la Conferencia Episcopal Española ante cualquier duda sobre el asunto que le pudiera surgir al Ejecutivo. El Gobierno, siempre recordando que el español es un Estdo laico, ha desoído las revindicaciones de los católicos. Desde que se conocieron los principales puntos de la futura LOE, diversos colectivos han intentado detener la reforma educativa en pro de la Religión. La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), recogió hace unos meses un total de 3,5 millones de firmas para pedir que la Religión sea tratada como el resto de asignaturas. Meses después, tras la manifestación contra la LOE del pasado 12-N, el presidente del Gobierno, José Luis Rodíguez Zapatero, anuncia que se reunirá con CONCAPA y los otros nueve convocantes de la marcha.