Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

EXPOSICIONES

Cerámica y Picasso, un binomio perfecto

Por Lourdes TéllezTiempo de lectura1 min
Cultura28-10-2005

Un Picasso de 75 años, con una vida dedicada a la pintura, decidió explorar el mundo de la cerámica. Los artesanos de Vallauris, un pequeño pueblo francés donde residía, no salían de su asombro al contemplar los trabajos del malagueño otorgándole el título de "diablo".

El adjetivo se lo tenía bien merecido: Picasso aplicaba en la cerámica técnicas de grabado y todos los trucos de un pintor fuera de serie. Tal es así, que este artista conseguía colores y texturas a través del uso sustancias poco comunes, como el óxido de cobre y el manganeso sobre esmalte estannífero, blanco y opaco. Así lograba acabados perfectos e imposibles para un alfarero tradicional. La capacidad creativa de Picasso era incansable a tal punto que en los seis años que dedicó a la cerámica (entre 1947 y 1963) fue capaz de producir más de 4 mil piezas de todas las formas posibles. Con este dato, el que sólo se expongan 56 piezas en el Museo Picasso de Málaga, sabe a poco. Pero el gran esfuerzo de los organizadores (la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI) y el propio museo) va más allá de las expectativas: se han traído piezas de Japón, Francia e Italia. Once de ellas pertenecen al Open Air Museum de Hakone (Japón) y nunca habían sido expuestas en España. Picasso partía de una fuente original para reinventar y crear de nuevo. Los orígenes de su inspiración parten del Cultura Antigua, rediseñando las vasijas clásicas; de la época medieval, interesándose por los diseños en loza y los vidriados; de la tradición islámica, con el uso de los colores verde y morado sobre fondo blanco. En algunas obras, Picasso también evoca al Greco, a Velázquez o a Goya. Gracias a estas influencias históricas, la exposición se divide en dos grandes apartados: La tradición mediterránea y El legado hispanomusulmán. Además de las 56 creaciones de Picasso, la exposición incluye otras 36 que son históricas y que ayudan a comparar el arte picassiano con sus raíces.