IRÁN
Irán llama a la destrucción del Estado de Israel
Por Luis Miguel L. Farraces1 min
Internacional29-10-2005
La Comunidad Internacional vuelve una vez más la vista hacia Irán con recelo. Mahmud Ahmadineyad, presidente iraní, proclamaba el miércoles de la pasada semana durante su intervención en un seminario titulado El Mundo sin el Sionismo, que Israel "debía ser borrada del mapa”. Las reacciones no se hacían esperar y Simón Peres, viceprimer ministro israelí, abogaba por poner en marcha los trámites necesarios para expulsar a Irán de Naciones Unidas. Mientras tanto, el pueblo iraní salía masivamente a la calle para defender las tesis de su presidente.
Miles de iraníes se agolpan en las calles durante el Día de Al-Quds -Jerusalén en árabe- para denunciar "los crímenes del sionismo" y promulgar la aniquilación de Israel. Era la prueba definitiva del apoyo del pueblo de Irán a su ultraconservador presidente. Israel por su parte, de la mano de su ministro de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom, convocaba una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de la que sacaba una declaración de repulsa hacia las declaraciones de Ahmadineyad. Tras esta reunión, el Gobierno iraní se apresuraba a negar que tuviera en mente utilizar su fuerza militar contra Israel. Pese a todo, el Gabinete israelí solicitará la expulsión de Irán del organismo internacional. Para ello necesitará una recomendación del Consejo de Seguridad y la aprobación de dos tercios de la Asamblea General. Las palabras del presidente Ahmadineyad preocupan y mucho a la Comunidad Internacional, sobre todo viendo el historial reciente iraní. Irán se constituye desde la revolución del ayatolá Jomeini en una república teocrática donde los clérigos son auténticos pesos pesados de la escena política. De sobra es conocida su financiación al grupo terrorista libanés Hezbolá, que a su vez es el sustento económico de los islamistas palestinos de Hamas. Además, lo que más preocupa a Occidente es el programa nuclear iraní, pese a que desde Teherán se ha insistido siempre en que tiene como único propósito la creación de suministros energéticos. Es ahora cuando más se desconfía de las verdaderas intenciones de las actividades nucleares del país persa.