Aznar imita a Bush y pretende cancelar las fuentes de financiación de ETA

Por Raquel González1 min

España29-09-2001

La medida estadounidense de cerrar todo cauce de financiación del que gozan los terroristas islámicos ha servido a José María Aznar de ejemplo para actuar contra ETA. El presidente del Gobierno hizo esta petición en el Congreso con la esperanza de que el empuje internacional para acabar con el terrorismo no deje intacta a ETA.

Aznar sigue mirando a EEUU y esta vez ha decidido tomar ejemplo de lo observado. El jefe del Ejecutivo ha decidido aplicar a ETA el mismo castigo que desde EE.UU. están destinando al terrorismo islámico. José María Aznar hizo una petición formal en el Congreso para que se persiga a aquellas empresas acusadas de financiar o apoyar de algún modo al grupo terrorista ETA, tal y como ha hecho el gobierno de George W. Bush. Aunque no parece tan fácil ejecutar este plan, ya que la medida propuesta por Aznar ha de pasar por la aceptación de la Comunidad Internacional. "El ataque de Nueva York es tan injustificado como el tiro en la nuca a un diputado del PP o del PSOE", aseguró Aznar, quien con estas afirmaciones dejó entrever su opinión sobre lo equiparables que son todos los terrorismos y por tanto la compatibilidad de algunas técnicas de castigo como ésta del tapón a la financiación. Por supuesto esas duras palabras de Aznar han herido sensibilidades. Ya semanas atrás, Xavier Arzalluz, presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), declaró que no se podía comparar el terrorismo de ETA con el integrista islámico y ahora Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV, ha acusado a Aznar de estar haciendo un excesivo uso interno del atentado a EE.UU. Aznar también aprovechó su comparecencia en el Congreso para dar su total apoyo a Bush y afirmó que el comportamiento de EE.UU. está siendo ejemplar, "Bush y su equipo desmienten las previsiones catastróficas que se vaticinan día tras día", aseguró el presidente del Gobierno. Además, Aznar reiteró que está dispuesto a entrar en las acciones "de legítima respuesta estadounidense" y que por tanto deja abierto el envío de tropas españolas, aunque también aseguró que la respuesta bélica sería muy medida.