INCENDIO GUADALAJARA

La sombra de un nuevo ‘Prestige’ enfrenta a ¬populares¬ y socialistas

Por La Semana2 min

España24-07-2005

“La mayor catástrofe ecológica de la democracia”. De ese modo calificaba el portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso, Eduardo Zaplana, el incendio registrado en Guadalajara.

A las pocas horas de conocerse el alcance del fuego y las altas posibilidades que había de que alguien resultase herido, la vicepresidenta del Gobierno se personó en el lugar de los hechos. Allí tuvo que soportar en forma de abucheos lo que no mucho más tarde le repetirían desde el PP. Los populares afirman que el incendio se podría haber evitado si se hubiesen puesto las medidas adecuadas, al tiempo que instaban al Ejecutivo socialista a dejar de “echar la culpa de forma vergonzosa a la Junta de Castilla-La Mancha” (también gobernada por el PSOE). Por su parte, desde el Gobierno contestan que su actuación fue correcta y que habían facilitado toda la ayuda que desde la Comunidad Autónoma les habían solicitado. Pero al PP no le bastaba esa explicación y pidió al Ejecutivo que diese la cara. Por ello, defendió en la Diputación Permanente del Congreso que la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, comparezca de forma urgente para explicar lo sucedido. La petición no prosperó aunque finalmente De la Vega ha confirmado que acudirá al Parlamento para explicar el dispositivo desplegado durante el incendio. Precisamente en esa sesión de la Diputación Permanente, se pudo comprobar el alto nivel de crispación que se vivió durante toda la semana en torno a este tema. El propio presidente de la Cámara, Manuel Marín, tuvo que suspender el debate durante algunos minutos. Ambos partidos recordaron tragedias pasadas como la del Yakolev 42 o la del Prestige. Pero lo peor llegó al final, una vez concluida la sesión. Cuando los parlamentarios se agolpaban ya en los pasillos, el dirigente popular, Rafael Hernando y el portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, se enzarzaron en una pelea donde las cámaras de televisión recogieron a un Hernando muy nervioso, con el puño en alto, que tuvo que ser sujetado por sus compañeros para que el incidente no pasase a mayores. Al parecer, el socialista le recriminó su actitud al popular que horas antes había acudido al entierro de un amigo suyo fallecido en el incendio. Pero la ola de críticas no acaba ahí. Desde el PP, recriminan también al presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, haber mostrado poco interés con los afectados y según dijeron, haber tardado tanto en desplazarse a la zona. Finalmente lo hizo. Una vez concluida su visita oficial a China, Zapatero acudió por sorpresa para trasladar su pésame a los damnificados. También aprovechó para declarar el lugar como zona catastrófica. A pesar de ello, desde el PP no cesan sus acusaciones hasta el punto de considerar “casi delictiva” la actitud del Gobierno, según palabras del diputado del PP, José Ignacio Echaniz. Mientras, que la catástrofe ya se ha cobrado la dimisión de la consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo.