CINE

Gutiérrez Aragón recibe el Nacional de Cinematografía

Por Ana Clavería2 min

Espectáculos20-07-2005

Manuel recibió la noticia con emoción, pues este galardón se entrega como reconocimiento de la labor profesional en el mundo de la cinematografía. El jurado indicó que se premia "la entidad de su mirada entre el realismo y la fantasía" y no una película explícita, sino todas, pues las 17 contienen esta mirada.

El director y guionista ganó el Premio de la Crítica en 1973 por Habla Mudita y el Oso de Plata en 1977 por Camada Negra, ambos del Festival de Berlín. Además, en 1978 recibió la Concha de Oro del Festival de San Sebastian por Sonámbulos. El Premio Nacional de Cinematografía no tiene mayor ni menor importancia profesional que los otros tres. Sin embargo a Manuel Gutiérrez Aragón le causa una gran ilusión porque premia su visión del mundo y la forma de plasmar esa visión en sus películas, en todas ellas. Además, le conmovió que el jurado nombrase su última película, La vida que te espera, pues en ella Manuel rememora su vida en ese lejano valle de Pas de la Cantabria que le vio nacer. Para él es un premio muy especial. Sin embargo, tendrá que esperar hasta septiembre para poder recibirlo en sus propias manos. Hasta entonces aguardará dando los últimos retoques a Una rosa de Francia, su visión de Cuba en los años cincuenta, tiempos previos a una revolución. Manuel nació en Cantabria y acabó estudiando en Madrid, pero siempre ha tenido un pie puesto en la isla de Cuba. Su padre nació allí y su abuela amaba tanto la isla que la intentaba recordar a cada momento. Para ello fumaba habanos en el baño, al mismo tiempo que contaba historias maravillosas a su nieto. Ella nunca supo que esas historias recibirían un homenaje en forma de película, Una rosa en Francia, y nada menos que de la mano de su nieto, quien siempre ha guardado un bonito recuerdo de ella. Un recuerdo que se enfatiza cuando viaja a su querida isla y respira ese aire húmedo que arrastra salitre y humo de habanos, pues según indica "cuando llegué a Cuba la primera vez me di cuenta de que olía como en casa de mi abuela".