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PAÍS VASCO

PNV y PSE, dos propuestas distintas para un mismo rompecabezas

Por Antonio Pérez VicenteTiempo de lectura2 min
España24-06-2005

Nacionalistas y socialistas se han enfrentado de nuevo con motivo de sus divergencias ante la manera de afrontar el fin del terrorismo en el País Vasco.

Por un lado, el peneuvista y recién investido lehendakari, Juan José Ibarretxe, defiende crear una mesa de discusión paralela al Parlamento en la que estarían invitadas todas las fuerzas políticas del País Vasco – incluida la ilegalizada Batasuna-. Algo que no aceptan ni el PSE ni el PP. Ambos partidos han hecho pública su negativa a participar en un foro donde estuviera presente Batasuna mientras que ETA no abandone las armas y la formación de Otegi no condene la violencia. Así se expresó la líder del PP en el País Vasco, María San Gil, que aseguró que su partido “no va a legitimar un mesa extraparlamentaria para que pueda sentarse el señor Otegi, procesado por pertenencia a banda armada”. El PSE también advirtió de que sólo se sumarán a ese diálogo cuando se anuncie el fin de la violencia –tal y como se especificó en la declaración aprobada en el Congreso de los Diputados sin el apoyo del PP-. En este caso, Batasuna coincide con el PNV en la formación de una mesa que cuente con todas las fuerzas políticas del País Vasco y Navarra. El discurso de Ibarretxe, ya conocido después de dos legislaturas en el cargo, se centra también en que el Estado reconozca la legitimidad del País Vasco para decidir su futuro y, en su caso, la autodeterminación. Por eso propuso el llamado Plan Ibarretxe en la pasada legislatura. En ese borrador que contenía las bases de un nuevo Estatuto se anunciaba la convocatoria de un referéndum popular para que los vascos decidieran sobre su futuro. En estos planteamientos, Ibarretxe no duda en aceptar el voto y el apoyo de la izquierda abertzale para sacar adelante sus propuestas. La apuesta del Partido Socialista de Euskadi (PSE) es bien distinta. En la línea defendida por Rodríguez Zapatero, el líder de los socialistas vascos, Patxi López, aboga también por cambiar el actual Estatuto y conseguir más competencias para el País Vasco, pero siempre con el marco constitucional como límite. Tal y como se puso de manifiesto en la intervención de López como candidato a lehendakari, el PSE defiende un acuerdo en defensa de las libertades y la consecución de la paz así como un acuerdo de reforma del Estatuto de Gernika. En el primer caso, López apoya la creación de una mesa de diálogo con las fuerzas políticas que consideren que “violencia y política son radicalmente incompatibles”. En esa negociación se pondrían las bases para llegar a un acuerdo con el fin de lograr la paz. Del mismo modo, defiende un Gobierno que apueste por “la firmeza democrática contra el terrorismo en todos los frentes”. En lo referente a la reforma del Estatuto, aboga por el entendimiento con el Ejecutivo central para completar las transferencias pendientes así como para elaborar un nuevo marco jurídico que sería sometido a referéndum, pero después de que fuera aprobado por el Congreso.