UNIÓN EUROPEA
El Consejo Europeo tiene un ‘Plan D’ para salvar la Constitución
Jacques Chirac conversa con el presidente de turno de la UE, Jean Claude Juncker, a su llegada al Consejo Europeo
Por Salva Martínez Más2 min
Internacional19-06-2005
El Consejo Europeo se reunió por primera vez tras las negativas de Francia y Países Bajos a la Constitución Europea. Tras el análisis de la situación, los jefes de Estado y de Gobierno europeos han decretado el “estado de diálogo”.
“Hay un fenómeno de una especie de contagio del ‘no’ que se va extendiendo. Si el proceso continúa como si nada, se sabe cuál será el resultado probable” explicaba la semana pasada Nicolas Smidt, el titular de Exteriores de Luxemburgo, el país que preside en la actualidad el Consejo Europeo. Por eso “hay que ser prudente”, aconsejaba Smidt. Y la prudencia a la hora de continuar o no con el proceso ratificación de la Constitución, obliga a seguir el Plan de D. Este plan no es más que una forma de llamar al diálogo entre ciudadanos y políticos que dicen que van lanzar las instituciones europeas. José Manuel Durão Barroso, el presidente del Ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, resumía los objetivos del plan al decir: “queremos comprender lo que esperan los ciudadanos” de Europa. El Plan D no tiene formulación jurídica, con lo que decidieron los miembros del Consejo en su reunión de la semana pasada es suficiente para saber en qué consiste. Porque los jefes de Estado y de Gobierno de los 25 acordaron poner tierra de por medio entre los “no” francés y holandés y las próximas votaciones. Por tanto la UE, espera tiempos mejores para celebrar los referendos sobre la constitución o las votaciones en los parlamentos. Algunos países europeos hicieron oficial el jueves pasado que aplazarán sus votaciones. Portugal fue el primero en pronunciarse en este sentido. Al igual que Dinamarca, cuyo primer ministro, Anders Fogh Rasmussen, fue franco al declarar que en su país se retrasaba la consulta sine die. En la República Checa también se retrasará la celebración de su referendo más de medio año. Habrá retraso hasta en Luxemburgo, pues su primer ministro, también presidente del Consejo, Jean Claude Juncker, llegó a asegurar a finales de la semana pasada que quiere “un periodo de reflexión más largo”.