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NBA

Washington Wizards, la cara opuesta a Chicago Bulls

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes25-09-2001

Michael Jordan ha conocido casi siempre la cara exitosa del deporte. Ahora afronta un objetivo mucho menos ambicioso que ganar títulos en su nuevo equipo, los Washington Wizards.

Las desavenencias con el propietario de los Bulls llevaron a Jordan, a los pocos meses de haberse retirado, a entrar como uno de los propietarios (previa adquisición de acciones) de una de las franquicias más pobres de la NBA, los antiguos Bullets: los Wizards (los Magos) de Washington. En los despachos, Jordan se empeñó en convertir a uno de los peores equipos de la NBA en otro capaz de llegar a los playoff, las eliminatorias por el título. En su primer año contrató a jugadores de cierto renombre, pero la apuesta no le salió bien porque no rindieron como se esperaba, incluso tuvieron que traspasarlos por indisciplina y fichar a otros jugadores menos conocidos, que no pudieron evitar dejar a los Wizards como uno de los tres peores equipos de la Liga estadounidense. El retorno de Jordan, al margen de su deseo de sentirse competitivo en la NBA, del riesgo que corre de manchar su historial, de haberse visto obligado a deshacerse de sus acciones del equipo para pode jugar o de las repercusiones comerciales y televisivas en la propia Liga, no se puede pensar como un intento por conseguir más títulos, pues el equipo donde va a jugar Air no está en condiciones de pelear en corto plazo por los playoff, igual que le pasó en los Chicago Bulls, donde jugó siete años antes de ganar su primer anillo de campeón de la Liga norteamericana. Así pues, Jordan se probará a sí mismo y tratará de recuperar su nivel de juego, por un lado, e inculcar a sus jugadores la mentalidad ganadora de la que carecen hasta el momento, por otro, con el objetivo de disfrutar del baloncesto y hacer crecer a los Washington Wizards, una franquicia de segunda fila, hasta convertirla en un equipo de los más competitivos en las eliminatorias por el título, aunque no necesariamente pelee por ganar la NBA.