MÚSICA
La cara más íntima del jefe
Por José Ramón Estévez Pozo
1 min
Espectáculos02-06-2005
El Pabellón Olímpico de Badalona (Barcelona) y el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid vieron, el 1 y el 2 de junio respectivamente, a un Bruce Springsteen pletórico y encandilador con un directo muy profundo. Mezcló canciones de su nuevo disco, Devils and Dust, con viejos clásicos, tocados con las mismas ganas y la misma ilusión que el primer día.
Los conciertos, de dos horas veinte minutos aproximadamente cada uno, tuvieron una calidad tan buena como la de tantas otras veces que ha visitado nuestro país, demostrando que sigue teniendo ese don y ese genio de componer canciones que lleguen a la audiencia. En Barcelona habló en catalán e inglés y, en Madrid, en castellano e inglés, para sentirte más cercano a la audiencia compartiendo el idioma hablado en ambas ciudades. Antes de empezar cada concierto, pidió "silencio para poderos ofrecer lo mejor que tengo". Después, empezó el recital, muy próximo al folk y al blues, con la canción My beautiful reward. Con 55 años este artista de New Jersey, usa la música para transmitir pensamientos, consejos, sentimientos de amor, denuncias sociales... en definitiva, un artista que sabe usar la música. Todo un genio.