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MACROJUICIO AL QAEDA

Declara como testigo Jamal Zougan, detenido por el 11-M

Por Enrique García GarcíaTiempo de lectura1 min
España05-06-2005

“Es que me dice que soy un hombre muy peligroso” fue lo último que dijo el miércoles Jamal Zougan, cuando se le indicó que dirigiera sus quejas sobre la cárcel al juez del Olmo.

Jamal Zougan, detenido el 13 de Marzo de 2004 en Madrid como uno de los autores materiales de los atentados del 11-M, declaró el pasado 1 de junio ante la Audiencia Nacional. Según sus propias palabras, no conocía al principal acusado, Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, más que a través de una relación puramente comercial. Según dijo, Barakat vendía dátiles y juegos de té Sirios “es muy conocido entre los comerciantes de Lavapies”. Zougan, que regentaba un locutorio en el que al parecer se vendieron los móviles utilizados para hacer volar los trenes, negó toda relación con los hechos. Negó que se le hubiera intentado convencer de ir a Afganistán a luchar como Muyahidin o para hacer la Yihad. Por el contrario, afirmó estar solo preocupado por “ayudar a su familia con libros, ropa y comida”. Declaró, además, que las 30 o 40 cintas que la policía había confiscado en su casa contenían solo “películas de conciertos” y ningún mensaje relacionado con la Yihad. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, tuvo que recordarle en varios momentos a Zougan que, por su calidad de testigo, solo podía responder a las preguntas que se le hiciesen. Pese a ello, Jamal Zougan pidió permiso para hablar al final de su declaración. Cuando este le fue negado, insistió, y se quejó del trato que recibía en la cárcel antes de ser sacado de la sala por los agentes de servicio. Zougan declaró durante cerca de quince minutos antes de ser llevado de nuevo a los calabozos de la Audiencia, donde según testigos pasó rezando todo el día y parte de la noche.