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LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Un disparo en la cabeza acaba con la vida de la periodista afgana Reyazee

Por Cristina FuertesTiempo de lectura1 min
Comunicación30-05-2005

De nuevo es noticia la muerte de un periodista. En esta ocasión, la afgana Rezayee fue asesinada en su casa después de que varios líderes islamistas calificaran de inmoral el programa juvenil que presentaba en la televisión.

Días antes de su muerte, la joven periodista de 24 años afirmaba que no temía a las fuertes amenazas que estaba recibiendo por parte de grupos conservadores. Sin embargo, el valor de Rezayee no le ha servido de nada para evitar su muerte. El pasado 18 de mayo, en el barrio de Char Qala, de Kabul, Shaima Rezayee fue asesinada de un disparo en la cabeza. Shaima presentaba un programa de música en la televisión de Kabul. Lo hacía vestida con vaqueros y una camiseta y con la cara descubierta. Su programa de música hacía furor entre los más jóvenes, pero recibía fuertes críticas por parte de los grupos más conservadores que lo tildaban de ser un espacio anti-islámico. Incluso el Consejo de los Ulemas llegó a instar al gobierno a retirar éste y otros programas similares de la parrilla por considerarlos como espacios televisivos inmorales. Ante las contínuas y múltiples críticas, el director de la televisión privada Tolo TV decidió despedir a Shaima. Sin embrago, ella continuaba paseándose por las calles de Kabul ataviada con sus vaqueros y sus camisetas, que muchas veces complementaba con un pañuelo que tapaba su cabello. Tras la caída de los talibanes, en Afganistán convive una aparente democracia con una fuerte represión por parte de muchos grupos conservadores, los cuales continúan teniendo mucha fuerza dentro de la vida pública. De hecho, las organizaciones de Derechos Humanos denuncian, por ejemplo, que el presidente del Tribunal Supremo aconseje cubrir a las mujeres con el pañuelo y justifique su lapidación en caso de adulterio, como ocurrió hace unos meses.