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RELIGIÓN

Benedicto XVI habla por primera vez castellano

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura2 min
Sociedad01-05-2005

La última audiencia general de los miércoles tuvo lugar el pasado 26 de enero, aún con Juan Pablo II al frente de la Iglesia. Tres meses y un día después, el nuevo Papa Benedicto XVI retomó la sesión, cita que aprovechó para decir sus primeras palabras en castellano, adornado con acento sudamericano.

El buen tiempo y la gran cantidad de fieles que acudieron a la cita hicieron que la primera audiencia general de Benedicto XVI, programada en un principio en el aula Pablo VI del Vaticano, se terminase celebrando en la Plaza de San Pedro. A las diez y media de la mañana, el Papa comenzó leyendo su discurso en italiano, para continuar añadiendo un resumen en inglés, francés, alemán y español. La mitad de los católicos hablan este idioma, que fue el gran ausente durante el encuentro que mantuvo con la prensa el día 23 de abril. Quizá para compensar, Ratzinger repitió en castellano lo que había adelantado el lunes exclusivamente en alemán: que se sintió absolutamente sorprendido cuando Dios le llamó "a esta gran responsabilidad", pero le da "serenidad y alegría la certeza de su ayuda y la de su Madre Santísima". Pronunció estas palabras con un acento claro, dulce y con el seseo tomado de Sudamérica. También explicó el motivo por el que ha decidido llamarse Benedicto XVI. "He tomado el nombre de Benedicto XVI en relación con el Papa Benedicto XV, un valiente y auténtico profeta de paz ante el drama de la primera guerra mundial". Puntualizó a continuación que "Benedicto evoca, además, la extraordinaria figura de san Benito. Él es un punto de referencia para la unidad de Europa y las irrenunciables raíces cristianas de su cultura y civilización". Ya en italiano, adelantó su intención de ampliar durante las audiencias de los miércoles las enseñanzas de otro punto de referencia, Juan Pablo II, ya que -según informó- su antecesor dejó escritos muchos comentarios sobre los salmos, que él piensa leer y completar. El domingo primero de mayo, Día Mundial del Trabajo, el Papa se refirió a la importancia que tiene la dignidad laboral para la realización de la persona. Asimismo, el Pontífice dirigió por primera vez el rezo dominical de mediodía, el Regina Coeli, y nuevamente recordó la figura de su antecesor.