BENEDICTO XVI

Benedicto XVI, el sucesor de Juan Pablo II

Por Patricia de Pablo2 min

Sociedad19-04-2005

Hijo de un gendarme y una jornalera, Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en un pueblo de Baviera, al sur de Alemania. Fue educado en la férrea disciplina alemana, pero también en la calidez de la fe católica. Llamado a filas por el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo que probar la dureza de la vida militar.

Más tarde, en 1951, daría el primer paso hacia la Cátedra de Pedro al ordenarse sacerdote junto a su hermano mayor. Desde entonces sus estudios de Teología han transcurrido por múltiples universidades, como la de Munich, la de Bonn o la de Ratisbona, hasta llegar a ser ayudante en el Concilio Vaticano II, de 1962 a 1965. En 1977, Pablo VI le nombró miembro de la Comisión Teológica Internacional, arzopisbo de Munich y, después, cardenal. Ya en 1981, Juan Pablo II lo designó prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y en ese cargo se ha mantenido hasta la muerte de su querido predecesor, quienes mantenían una relación de dos amigos, casi hermanos. Juan Pablo II confió en él para que garantizar que las corrientes neoliberales nacidas en la Iglesia no quebrantasen sus enseñanzas. Ratzinger fue muy criticado por su postura ante la Teología de la Liberación. Se ha manifestado en muchas ocasiones contra las ideologías radicales como el liberalismo, el relativismo, el marxismo o el comunismo y a favor de la paz. También ha mostrado duras críticas contra el uso de anticonceptivos, la experimentación embrionaria y el matrimonio homosexual. A pesar de todo, Benedicto XVI ha tenido una apariencia de fortaleza a lo largo de toda su trayectoria hasta alcanzar la silla de Pedro. Incluso físicamente, en 1991 superó una hemorragia cerebral, y nunca le han importado las críticas. Lo ha dejado escrito en varios libros: "Ir contra corriente, con humildad pero con valentía, es el sino de un cristiano". Es un Papa que ya ha escrito numerosos libros, y no sólo de teología. La construcción de Europa y la comprensión del mundo actual desde las ideologías del siglo XX y la antropología han sido dos de sus obsesiones claves. Benedicto XVI seguirá en la defensa de todo aquello por lo que ha luchado desde que fue ordenado sacerdote, ahora, como el sucesor número 264 del apóstol San Pedro.