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TERREMOTO

Un nuevo seísmo afecta a las zonas devastadas por el maremoto

Por Mar GarcíaTiempo de lectura2 min
Sociedad28-03-2005

Un fuerte terremoto se registró el lunes de la semana pasada a 160 kilómetros del epicentro del maremoto del 26 de diciembre, que dejó 300.000 muertos. Ha alcanzado los 8,7 grados en la escala de Ritcher, lo que le sitúa entre uno de los ocho terremotos más violentos de los últimos años. Los daños podrían haber sido mayores si la población hubiera estado bajo techo y no en tiendas de campaña.

A las 23.09 hora local -18.09 hora española- la tierra temblaba de nuevo en una zona que aún lucha por ser reconstruida tras los últimos desastres. El centro de advertencia del Pacífico hizo saltar la alarma al señalar que el seísmo podría generar "un tsunami muy destructivo" aconsejando la evacuación inmediata de las zonas costeras en un radio de 1.000 kilómetros en torno al epicentro. A Indonesia se unían zonas como Tailandia, la India y Sri Lanka en las que la población intentó encontrar un lugar más seguro huyendo hacia el interior. Media hora después del terremoto se registraba también una réplica que alcanzaba los 6 grados Ritcher, con epicentro en Sumatra. El terremoto, que se dejó notar en Yakarta, Singapour, Malasia y Tailandia, dejaba cientos de casas derruidas y a miles de personas en la calle. La isla de Nias se ha visto azotada con violencia por segunda vez en cuatro meses. Su principal ciudad, Gunungsitoli, ha quedado destrozada: "Es como una ciudad muerta. La situación es realmente de pánico" afirmó el vicegobernador de Nias, Agus Mendrofa. El 80 por ciento de los edificios han quedado destruidos, las calles están llenas de escombros y el golpe a las infraestructuras ha dejado la zona casi aislada. Junto a la falta de agua y electricidad, el hospital está medio derruido y la población asustada ante la posibilidad de que se produzcan nuevas réplicas. La mezquita de Gunungsitoli sirve de momento de morgue improvisada y los heridos son atendidos en un campo de fútbol, donde también aterrizan los helicópteros ya que la pista de aterrizaje ha quedado reducida a una mezcla de escombros. "Se han derrumbado muchas casas y la devastación salta a la vista nada más aterrizar. Entre los problemas más importantes están el corte en el suministro de agua y la imposibilidad de moverse en coche por carretera. Nos estamos moviendo en moto para llegar hasta las personas afectadas lo antes posible y evaluar las necesidades más urgentes", explica Alessandra Boas, miembro de Oxfam en Gunungsitoli. La solidaridad se ha convertido en la primera herramienta para empezar a reconstruir las zonas afectadas. En este caso, la presencia de distintas organizaciones no gubernamentales que continuaban trabajando en las zonas afectadas por el maremoto, con lo que las primeras necesidades han quedado cubiertas. Organizaciones como Cáritas, Cruz Roja y Oxfam Internacional han enviado equipos de evaluación han permitido una mayor rapidez. Aún así, los equipos médicos han quedado desbordados y el primer problema es la falta de agua potable. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, envió inmediatamente a la zona equipos de coordinación para casos de desastre que trabajan con el Gobierno indonesio y las organizaciones no gubernamentales. En estos momentos, la organización cuenta con 1.000 trabajadores internacionales en Sumatra. Las primeras misiones de Naciones Unidas incluyen el envío de helicópteros de observación a las zonas más afectadas y botes con bienes básicos.