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RELIGIÓN

El Papa imparte una silenciosa bendición ¬Urbi et Orbi¬

Por Patricia de PabloTiempo de lectura1 min
Sociedad27-03-2005

El Papa Juan Pablo II reapareció el pasado domingo 27 de marzo en la ventana de su apartamento que da a la plaza de San Pedro del Vaticano. Lo hizo para impartir la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) y a pesar de que realizó un gran esfuerzo, finalmente no consiguió pronunciar prácticamente ninguna palabra.

El Papa sólo pudo bendecir a los fieles con la mano derecha, debido a los problemas que tiene para hablar después de la traqueotomía que le fue practicada el pasado 24 de febrero. El Obispo de Roma permaneció en la ventana de su habitación alrededor de diez minutos, a pesar de que el viento fue el rey de la mañana romana. Juan Pablo II siguió la lectura de su Mensaje Pascual, que fue leído en su nombre por el cardenal secretario de Estado, Ángelo Sodano. Al término de la lectura su Santidad intentó decir unas palabras a los fieles que se encontraban en la Plaza de San Pedro pero sólo pudo emitir un sonido, que no se entendió. Lo intentó por segunda vez y finalmente tuvo que conformarse con bendecir en silencio. Las miles de personas que estuvieron presentes en la Plaza rompieron en aplausos y muchas de ellas lloraron de tristeza al ver el débil estado de salud del Pontífice y el esfuerzo que había realizado. En su mensaje pascual, el Papa advirtió que sobre la Humanidad se cierne el peligro de guerras fratricidas e hizo un apremiante llamamiento a la paz. Juan Pablo II invocó la paz para toda la Humanidad, con la mirada puesta en Tierra Santa, Oriente Medio y África, "donde se sigue derramando mucha sangre". En su mensaje, la primera vez en sus 26 años de Pontificado que no lo lee, denunció que en el mundo todavía hay mucha gente que sufre y muere de miseria y hambre.