TOROS

Fallas 2005, una feria sembrada de nombres propios

Por Almudena Hernández2 min

Espectáculos20-03-2005

Luis Miguel Encabo dio la talla con pundonor ante los toros de Victorino Martín. El encierro del popular ganadero cerró la Feria de Fallas de Valencia de 2005, y lo hizo con peligro y complicaciones, aunque a uno de los astados se le dio una criticada y criticable vuelta al ruedo. Sonó así la traca final de una feria plagada de momentos estelares propios de galácticos en racha.

Y lo anterior no fueron, precisamente, petardos. Enrique Ponce partió con ventaja, pues jugaba en casa. Lo hizo, además, el día del patrón, sábado 19, para dar la alternativa a Juan Ávila. Se lidió un manejable encierro de Juan Pedro Domecq y ante sus distintos oponentes el diestro valenciano demostró estar sobrado en técnica, experiencia y sensibilidad. Sumó dos orejas. Antes se habían celebrado otros festejos en ellos también hubo pichichis. Algunos, como César Jiménez, aspiran a brillar con luz propia en la liga de las estrellas y dominar el escalafón en cantidad y calidad. En Valencia lo dejó claro y arrancó una oreja a cada uno de sus oponentes, marcados con el hierro de Las Ramblas. Compartió cartel con Matías Tejela, otro joven torero con posibilidades, que cortó un apéndice. Un día antes, el miércoles, Julián López El Juli entró en competición para dejar claro a la afición que su hueco no está libre. Cortó una oreja. César Rincón salió sin ninguna de la plaza, pero sí con la moral bastante alta por el importante momento que atraviesa su carrera. Así lo demostró el pasado jueves. El protagonismo de lo había llevado un día antes, el miércoles, un torero banderillero que resulta especialmente destacable por su manejo de los palos: David Fandila El Fandi. Quizás ayudado por ello logró una oreja, aunque no hay que restar importancia a su toreo atlético con las banderillas. Si se continúa la marcha atrás en esta narración, el martes también hubo entretenimiento para los tendidos del coso valenciano. Y fue, sobre todo, gracias a Manuel Jesús El Cid, que empató a trofeos con Miguel Ángel Perera. Ambos cortaron una oreja. Lo del torero sevillano fue, sin duda, un derroche de arte que, una vez más, malogró con la tizona. Perera, por su parte, anduvo sobrado en valor y en conocimiento de las distancias mínimas. Ambos tomaron el testigo de manos de otro nombre que destacó a principios de la semana taurina de fallas: José Ignacio Uceda Leal. A comienzo de la misma también resonó el optimismo entre los aspirantes a figuras del toreo. Los novilleros Morenito de Aranda y Álvaro Justo cortaron una oreja el primer domingo del serial y el sábado que abrió la feria destacó asimismo, Pedro Herreros Lumbrerita, que cortó dos orejas, y sus compañeros de paseíllo, Santiago Ambel Posada y Sergio Martín, ambos con una.