Todos unidos para combatir el terrorismo

Por Patricia de Pablo2 min

Sociedad06-03-2005

El 18 de marzo del 2004 se aprobó el Real Decreto 462/2004, por el que se creó la Comisión para el seguimiento y la atención sanitaria a los damnificados por el atentado terrorista perpetrado en Madrid el 11 de marzo de 2004. La del 11-M fue la mayor tragedia ocurrida en Europa por causa del terrorismo, pues entre fallecidos y heridos se superó la cifra de 1.800 personas.

En aquella fecha se demostró la ejemplar actuación de los servicios de emergencia tanto de la Comunidad de Madrid como del Ayuntamiento de la capital, y una respuesta solidaria de todas las Administraciones públicas y de diversas organizaciones no gubernamentales. Además el Sistema Nacional de Salud respondió a la mayor demanda de atención urgente simultánea de su historia. También se puso de manifiesto la disposición de múltiples profesionales sanitarios y no sanitarios, como bomberos, policías, trabajadores sociales y otros profesionales, así como de ciudadanos voluntarios. Tras los brutales atentados de Madrid, numerosos organizaciones y ONG se pusieron manos a la obra para ayudar en la colaboración de los daños causados a las personas afectados por el acto terrorista. Entre otros, se puede destacar una de las aportaciones más importantes para la ayuda a víctimas del terrorismo: el Fondo Recoletos-Pearson Ayuda a las Víctimas 11-M, creado a raíz de los atentados en Madrid del 11 de marzo de 2004. El pasado 20 de febrero, este conocido grupo de comunicación anunció que había liquidado en su totalidad los 318.585,92 euros que aportó a la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT). Los recursos fueron destinados a tres programas concretos de ayuda a las víctimas del terrorismo y actualmente son gestionados por la AVT: becas para huérfanos, financiación puntual de los gastos ortopédicos incurridos por víctimas del terrorismo y de las adaptaciones de vivienda y de vehículo requeridas por víctimas del 11-M. Los 318.585,92 euros aportados por el Fondo han beneficiado directamente a 32 huérfanos del 11-M y a 24 víctimas del terrorismo acogidos a los programas solidarios de la AVT. Aún así, los recursos económicos de los que tradicionalmente ha dispuesto la AVT han sido muy limitados. Percibe una subvención, de una manera institucionalizada, de alrededor de seis millones de las antiguas pesetas al año provenientes del Ministerio de Defensa. El resto de ayudas económicas han venido de instituciones como ayuntamientos y diputaciones. Los donativos de particulares con frecuencia han sido numerosos y tienen un importante papel para la financiación de la AVT. En los últimos años la asociación ha contado con un presupuesto más amplio que le ha permitido consolidar una infraestructura material y un equipo de trabajo profesionalizado. Gracias a esto ha podido desarrollar distintos programas de atención y ayuda a las víctimas del terrorismo. Para colaborar con la AVT puede hacerse a través de la Obra Social de Caja Madrid, entidad financiera que hace llegar las aportaciones de los ciudadanos a la asociación.