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OBITUARIO TEATRAL

Muere el dramaturgo norteamericano Arthur Miller

Por Lola OcañaTiempo de lectura2 min
Cultura11-02-2005

Su obra más conocida fue La muerte de un viajante, pero si por algo fue conocido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2002 fue por su matrimonio con el mito erótico de los años 50, Marilyn Monroe.

De orígenes austriacos, Miller conoció desde su juventud el sabor del éxito profesional. Cuando aún era estudiante de Letras fue varias veces galardonado por su obra Todavía crece la hierba. Con tan solo 28 años estrena su primera comedia, El hombre que tuvo toda la suerte del mundo, con la que ganó el Theatre Guild Award en 1944. Posteriormente escribió Situación normal (1944) y Foco (1945), novela que ataca el antisemitismo y con la que obtuvo un considerable éxito. Arthur Miller fue víctima de la Caza de Brujas del senador MCarthy. Pero, sin duda el confirmación definitiva, que lo convertiría en pieza clave de la dramaturgia estadounidense, fue la obra Todos eran mis hijos, un estudio sobre los efectos del oportunismo en las relaciones familiares, que fue estrenada en 1947 y representada en diversos países. En 1948 recibió por ésta el Premio de la Crítica de Nueva York. Sin duda, el gran triunfo de Miller llega con su obra Muerte de un viajante en 1949, por la que recibió el Premio de la Crítica de Nueva York y el Premio Pulitzer. En ella se describe la historia de un hombre normal arruinado por la crisis, la historia que fue también la de su padre y la de tantos otros coetáneos. Fue llevada al cine en 1985. En 1953 estrenó la obra Las brujas de Salem, que describe los juicios por brujería realizados en este lugar y en la que criticaba los métodos represivos fascistas del senador McCarthy. Esto le supuso, en 1956, una condena por desacato de este comité: la sentencia fue apelada y el escritor, absuelto. Tras su fracasado matrimonio con Marylin Monroe, su gran amor, escribiría Después de la caída, obra llevada al cine por Elia Kaza. La estabilidad sentimental definitiva le llegó con la fotógrafa austriaca Ingeborg Morath, con quien contrajo matrimonio en 1962. Morath le dio dos retoños más y participaría activamente en los proyectos de su marido hasta su muerte en 2002. Ese mismo año Miller fu galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras que recogió en el Teatro Campoamor de Oviedo.