INTERNACIONAL
Asia, protagonista en el Foro Económico de Davos
Por Javier de la Fuente1 min
Economía30-01-2005
La localidad suiza de Davos ha sido un año más el centro de las miradas en todo el mundo. Allí se ha celebrado el Foro Económico Mundial (WEF), donde se han dado cita un total de 2.200 líderes políticos y económicos de todo el globo. El centro de atención de la mayoría de las jornadas giró en torno al continente asiático, aunque por motivos muy dispares.
La irrupción de China en el Foro no dejó impasible a ninguno de los asistentes. Con estadísticas bajo el brazo y un discurso aperturista se presentó el viceprimer ministro chino, Huang Ju. El líder prometió un país más abierto a las inversiones extranjeras y reconoció que el sistema económico socialista del gigante chino “está lejos de ser perfecto”. Su discursó destacó el milagro económico de China, sin ocultar las dificultades. En este sentido Huang retó al resto de líderes y apostó por que la economía del gigante asiático se multiplicará por cuatro de aquí a 15 años. Además, remarcó la disponibilidad de su país de participar en la “cooperación internacional y de trabajar en un sistema económico más abierto”. “Una China más abierta y más próspera no sólo servirá a sus 1.300 millones de habitantes” sino al mundo entero, añadió. Todo este discurso estuvo reforzado por las estadísticas económicas que presentó Huang; China ha logrado un crecimiento anual de más del 9,4 por ciento de media entre los años 1997 y 2003. Además, China, que representaba el uno por ciento de la economía mundial, ahora tiene el cuatro por ciento. Corea del Norte también recobró protagonismo en el Foro de Davos. En su discurso, el ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-Young, dijo que su gobierno espera una solución favorable y pacífica de la cuestión nuclear norcoreana en este año. “La prosperidad económica de la península coreana no puede alcanzarse sin lograr antes la paz y para alcanzarla debemos resolver primero la cuestión nuclear”, afirmó Chung. Por otro lado, un total de 62 empresas de todo el mundo firmaron una iniciativa anticorrupción basada en la “tolerancia cero”. Entre las empresas firmantes no se encontró ninguna española.