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SIN CONCESIONES

Por fin una buena noticia

Fotografía
Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión30-01-2005

"Mataremos a todo el que vaya a votar". Ésta era la advertencia de los asesinos de Al Qaeda para evitar las elecciones de Iraq. Prometían una jornada plagada de asesinatos por todo el país. "Será un día sangriento", decían. Muchos pensamos entonces que los terroristas lograrían su objetivo y volverían a ganar una batalla. Pero no ha sido así. Los iraquíes han acudido masivamente a las urnas y han dado al resto del mundo una lección de civismo, libertad y democracia. Iraq ha atravesado un verdadero infierno a lo largo de las últimas décadas. Persecuciones, torturas, invasiones, guerras y venganzas resumen la historia reciente del país. Entre Sadam Husein y la familia Bush han masacrado una tierra fértil en agua y petróleo. Las elecciones de Iraq significan una alegría para cualquier demócrata. La democracia es el más imperfecto de los regímenes políticos pero es mejor que una dictadura represiva. Aún así el fin jamás justifica los medios. La invasión de Estados Unidos no merece la pena pese a la celebración de los comicios. Demasiadas víctimas para echar a Sadam Husein cuando ni una sola debe ser admisible. Soluciones de ese tipo deberían pasar siempre por Naciones Unidas. Las elecciones de Iraq constituyen un motivo de esperanza para la paz en Oriente Próximo. También Palestina acaba de elegir a Abú Mazen como nuevo líder a través de las urnas. Unos y otros, iraquíes y palestinos, han lanzado un rotundo mensaje a los terroristas. Son muchos más los que desean la paz. Los que apuestan por la convivencia superan en millones a los que sólo hablan a través del fusil. Iraq quiere un futuro democrático. Los terroristas podrán matar a todo el que se les ponga por delante. Pero nunca jamás lograrán imponer la dictadura del miedo. De eso también damos fe los españoles.