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VIH

La Iglesia se mantiene en contra del sida y del preservativo

Por Alejandra Linares-RivasTiempo de lectura2 min
Sociedad23-01-2005

Anticonceptivos, no. Pero, examinemos su caso. En algo así podría sintetizarse la postura de ciertos sectores de la Iglesia acerca del preservativo. No obstante, con miras a evitar la expansión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), para algunos católicos cabe un replanteamiento, como lo expresó el secretario general de la Conferencia Episcopal Española la semana pasada.

El pasado 18 de enero, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, mantuvo una reunión con la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado. El objeto era ver cómo la Iglesia podía "colaborar del mejor modo posible" en la prevención del sida. A lo largo de la hora y media que duró el encuentro, en un clima "distendido y amable", la conversación se centró exclusivamente en cuestiones relacionadas con dicha enfermedad. Como conclusión de la entrevista, el representante de la Iglesia afirmó que "los preservativos tienen su contexto en una prevención integral y global del sida". Sus palabras inicialmente fueron malinterpretadas por algunos sectores, dado que las tildaban de "absoluta novedad". Sin embargo, la Iglesia Católica ya había hecho referencia a este tema previamente. Efectivamente, acepta, aunque como último recurso, el empleo del preservativo, única y exclusivamente para luchar contra esta epidemia. En vista de la confusión surgida a partir de las declaraciones de monseñor Martínez Camino, al día siguiente, la CEE elaboró una nota en la que precisaba la información dada por su portavoz. "No es cierto que haya cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el preservativo". Y tan sólo se acepta si va precedido de abstinencia y fidelidad. Unas máximas recogidas en la estrategia ABC (del inglés: abstinencia, fidelidad y preservativo), y una postura que avala "buena parte de la comunidad científica", como dijo el portavoz de la CEE. Es importante recordar el por qué del rechazo de la Iglesia al preservativo. Su doctrina vincula la sexualidad con la procreación. Por tanto, todo lo que sea poner obstáculos a la vida se considera ilícito. Y el preservativo, como tantos métodos anticonceptivos, es una forma de hacerlo. Sin embargo, para evitar la transmisión sexual del sida, se aconseja la combinación de distintos medios, pero, concretamente, el uso razonable de la unión sexual. Es decir, que recomienda la ya citada estrategia ABC y hace hincapié en que la aplicación de los principios morales debe tener en cuenta las circunstancias. Precisamente por ello, acepta el preservativo en casos extremos, como es el de controlar el contagio del sida.